ZARAGOZA

La firmeza de Leal clava su pica en La Misericordia y López Simón se gana otra oreja tras un arrimón


sábado 23 abril, 2022

Curro Díaz fue silenciado en su lote y una oreja de tercero y quinto pasearon López Simón y Juan Leal en una tarde con casi media entrada en los tendidos zaragozanos en la que se lidió un serísimo encierro de López Gibaja pero desigual en juego.

Paseo (2)
Paseíllo en La Misericordia. Foto: Stéphan Guin

Curro Díaz, López Simón y Juan Leal trenzaban, en la tarde de este sábado, el paseíllo en la primera de la Feria de San Jorge de Zaragoza. Se lidiaba un encierro con el hierro de Antonio López Gibaja. En tarde de reencuentros, después de dos años sin toros en Zaragoza, arrancó la temporada en el coso de La Misericordia, con unos minutos de retraso. Se guardó un minuto de silencio en memoria de las víctimas de la pandemia y sonó el himno Nacional de España al finalizar el paseíllo, seguido de una gran ovación del respetable que hizo saludar a los diestros antes de la aparición del primer toro de la tarde.

Silencio para Curro Díaz tras despachar al serio primero de López Gibaja

El primero de la tarde con 597 kilos tenía muy buenas hechuras a pesar de su romana. Blandeó el de López Gibaja en los lances de recibo de Curro Díaz, y no permitió estirarse al linarense. Acudió presto al caballo montado por Luis Manuel Villoria que le recetó dos medidos puyazos antes de quitar por gaoneras López Simón. Saludó montera en mano José Luis López y comenzó su faena Curro Díaz a un toro que, en el primer lance, se le vino por dentro por el pitón derecho. Basó entonces su faena, el diestro, en la mano izquierda a un toro que calamocheó y no humilló en ningún momento. Aún así, Curro logró hilvanar algunos naturales de bella factura, logrando arrancar las primeras ovaciones del respetable, pero tras un mal manejo de la espada y el descabello, todo se diluyó en silencio para toro y torero.

Arrimón de López Simón ante otro serio segundo, al que pincha

578 kilos pesaba el segundo de la tarde, un toro negro listón y bragado, muy serio de presentación y bien hecho, que también blandeó de salida, no dejando estirarse a la verónica a Alberto López Simón. Metió los riñones antes de irse de largo al caballo que montaba Ángel Rivas, en los puyazos que recibió. Tras el tercio de banderillas, en el que destacó un gran par de banderillas de Jesús Arruga, brindó López Simón al doctor Val-Carreres. Tuvo nobleza el de Gibaja pero muy poco motor, y el torero madrileño lo templó mucho en las primeras tandas y, a pesar de que el animal no llegaba hasta el final del muletazo, Simón tiró mucho de él animal. Acortó distancias el torero, pasándose muy cerca los astifinos pitones, estando a punto de ser volteado. Muy valiente, cruzándose al pitón contrario y aguantando los parones del burel, López Simón consiguió calentar los tendidos de la Misericordia de Zaragoza. Pinchó y cobró medía estocada el madrileño, en lo que sonaba un aviso, y tras el uso del descabello certeramente, escuchó palmas después de que el toro fuera pitado en el arrastre. Palmas tras aviso.

Leal suple con valor la falta de chispa del tercero y le pasea la oreja

Con 615 kilos de peso y dos impresionantes pitones, se hizo presente el negro, bragado y axiblanco que hizo tercero, con el que sí pudo torear a la verónica el francés Juan Leal. Se fue al relance al caballo titular en el cual se empleó mucho aunque sin sufrir excesivo castigo por parte de Plácido Sandoval, que también lo cuidó mucho en la siguiente entrada al peto. Tras brindar al respetable, comenzó Leal su faena con un pase cambiado en los medios, seguido de pases por alto, todo muy quieto. Tuvo clase el toro de Gibaja en la muleta del torero francés y, tras una buena tanda de derechazos, arrancó a sonar la banda de música. Tras un gran cambio de mano, al finalizar una de las tandas, el torero parisino, consiguió poner al público maño de su parte, que siguió la faena muy metido en ella. Circulares con los pies clavados en la arena y mucho valor, suplieron la falta de chispa del toro, que se fue viniendo abajo por momentos. Amagó con irse a las tablas el toro antes de que el torero francés te tirara muy derecho en la suerte suprema, cobrando una gran estocada algo desprendida. La oreja fue unánime, no tanto la petición del segundo trofeo. Oreja para Leal y palmas para el toro.

Curro Díaz, silenciado con la mole cuarta de casi 700 kilos

679 kilos pesó el cuarto toro de la tarde, un hondo y gordo castaño que clavó los pitones en albero en los lances con los que lo paró Curro Díaz. Se arrancó con ímpetu y al relance desde los medios al caballo montado por Francisco Romero, al que derribó, y recibió un fuerte puyazo en el caballo que hacía la puerta, mientras los monosabios se las veían y se las deseaban para levantar al equino derribado, lo que retrasó el tercio de banderillas, en el que destacó un buen primer par de Óscar Castellanos. Ya desde el inicio de faena tardeó el animal, mirando mucho y metiéndose por dentro por el pitón derecho. Escarbador, reservón y parado por el izquierdo, no ofreció ninguna embestida franca la mole cárnica, que cada vez se quedaba más corta. Curro Díaz lo intentó con firmeza y profesionalidad, pero desistió ante la imposibilidad de sacar algo lucido. Cobró una estocada atravesada y con un certero golpe de verduguillo, despachó al insulso ejemplar. Ligeros pitos para el toro y silencio para el torero de Linares.

López Simón, oreja de un quinto que se quedó a 5 kilos de los 700

A 5 kilos de los 700, se quedó el peso del torazo quinto de la tarde, un castaño listón que se dejaba lo cuartos traseros en el recibo de López Simón. Se dejó pegar en el peto por Ángel Rivas, que picó a este y no al segundo, como erróneamente informé anteriormente. Se movió en el tercio de banderillas el toro, en qué se lució Arruga. Brindis de López Simón antes de empezar su faena a un toro que tuvo nobleza y humillación en las primeras tandas por la derecha y, aunque su viaje no era largo, el torero arrancó los olés, la ovaciones y la música con su toreo sobre la diestra. Le dio distancia con la muleta en la zurda y le endosó una naturales templados y de buen trazo. Después se metió entre los pitones en cuanto el toro empezó a distraerse, logrando poner a parte del público en pie, a base de pases por alto y algún circular por la espalda completo. Con ajustadas manoletinas, en las que estuvo muy quieto y firme, estando a punto de ser arrollado por el toro, finalizó una buena faena el torero de Barajas. Se fue tras la espada ejecutando muy bien la suerte, y cobró una estocada en lo alto. Oreja pedida unánimemente por el público y ovación para el buen toro de López Gibaja.

Leal pincha su entrega ante el sexto

El toro de la vuelta de la jota al coso de la Misericordia pesó 674 kilos, y se quedó muy corto en el capote de Juan Leal, que no pudo lucirse con el percal, mostrando el de Gibaja poco celo. Celo que sí mostró en el caballo de Vicente González al que embistió con bravura fijeza y metiendo los riñones en el primer encuentro, saliendo algo suelto en el segundo y el que se dio fuerte. Le dio tiempo Juan Carlos García en la brega durante el tercio de banderillas. Se echó de rodillas el diestro francés en los medios tras el brindis al público, tratando de torear en redondo al bruto viaje del animal, que pronto empezó a distraerse y salir suelto del trapo rojo del torero parisino. Inmediatamente Leal clavó los pies en la arena, y comenzó su toreo de cercanías, tratando de encelar al cada vez más distraído burel, que acabó yéndose al terreno de las rayas para después buscar descaradamente las tablas. Lo intentó el francés pero no logró hilvanar tandas lucidas con tan pésimo material. Dejando la muleta en la cara y con mucha firmeza de pies, insistió Leal pero el público no entró en la faena. Pinchó una vez antes de cobrar una estocada tendida y recibir un aviso, y tras un golpe de descabello, despenó al último toro de la primera corrida de toros de la feria de San Jorge. Silencio para el toro y silencio para Juan Leal.

FICHA DEL FESTEJO

Plaza de toros de La Misericordia, Zaragoza. Primera de la Feria de San Jorge. Corrida de toros. Casi media entrada.

Toros de López Gibaja.

Curro Díaz, silencio y silencio.

López Simón, palmas tras aviso y oreja.

Juan Leal, oreja y silencio.

CUADRILLAS: Lipi saludó tras banderillear al primero.

FOTOS: STÉPHAN GUIN

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