Llegaba la esperada reaparición española de Alejandro Talavante, después de tres años sin pisar albero patrio. Y lo hacía en el ruedo de Las Ventas, con una corrida de toros de Jandilla y con un solo compañero en el cartel, dado que era Juan Ortega el elegido para medirse en mano a mano.
Talavante roba pulcras series a diestras y se cruza al natural con el complejo primero
De 527 kilos era el Sembrador primero, que ya salía con la cara alta en las verónicas de Talavante y ese mismo defecto mostró tanto en la lidia de Jesús Díez Fini como en los efectivos pares de la cuadrilla. No era toro para brindis y por ello decidió no hacerlo Alejandro, que inició obra en terrenos del 7 sometiendo por bajo al animal. A todo ello se unió el viento, que era constante y dificultaba por momentos la faena. Pero brotó una serie por la diestra de toreo pulcro ante un animal repetidor que también en la siguiente serie por la misma mano mostró la misma condición. Se cruzó al natural Talavante, robando momentos no limpios pero sí efectivos, matando de estocada y siendo ovacionado.
Ortega y el segundo sumen a Las Ventas en un capítulo de tedio
Cinco verónicas de buen trazo dejó Ortega como saludo al Lacero segundo, de 522 kilos, animal que aguantó bien las varas y con el que dejó buenos pares Jorge Fuentes. Garboso fue el inicio de faena, dejando doblones de buen gusto, pero entró en el tedio la obra del sevillano ante un toro que cada vez tenía un viaje más corto. Y se aburrieron ambos entre el silencio respetuoso de Madrid. Intentó rajarse el animal y se lo llevó a los medios a darle una serie con enjundia. Mató efectivo y fue silenciado.
La genialidad del toreo de Talavante hace rugir a Madrid: pasea una oreja del tercero
Quiso poner Talavante voluntad para recibir al tercero, Follonero de 556 kilos, pero echó arriba la cara y no le dejó lucirse. Quiso rajarse tras la primera de las varas y también en la segunda, pero tras el sentido brindis al tendido de Alejandro, se puso a torear con la zurda y la chisposa embestida del animal la aprovechó para torear a zurdas en el inicio de la obra. Enorme Talavante en series en ls que se sucedieron muletazos por ese lado de muchos quilates. También a diestras dejó y tapó defectos del de Jandilla antes de dejar una nueva tanda al natural rematada por una trincherilla de eterno trazo. Y la serie final: la explosión de nuevo a diestras para epilogar su toreo más genial en una obra en la que tapó los defectos mansurrones del de Jandilla. La estocada, a matar o morir, aunque un punto caída y que terminó con el astado. Oreja tras aviso.
Ortega tampoco puntúa con un cuarto a menos
De 553 kilos era el Manuel cuarto, que se arrancó emotivo al caballo de Óscar Bernal. Más al limite era un animal muy a menos y deslucido en su conjunto. Quiso dejar series de buen gusto pero tampoco cuajó su obra. Mató de estocada media y fue silenciado.
Talavante pecha con un blando quinto que no le da opciones
Tramollista era un quinto de 535 kilos que perdió en dos ocasiones las manos antes de entrar al caballo de Francisco de Borja Ruiz. Y blandeó en dos ocasiones más pero no lo cambió el palco. Se puso directamente a torear Talavante por la zurda al toro y perdió los avíos en la serie. No tomó vuelo una obra en la que el deslucido animal no quiso y en la que el tedio se apoderó del capítulo. Mató al funo con dignidad Alejandro, siendo silenciado.
Juan Ortega concluye su actuación con un silencio ante el sexto
Hispano se llamaba el negro de 551 kilos que cerraba la tarde, animal con el que Juan Ortega no se lució en los primeros tercios. Se empezó a quedar corto el toro en la primera serie tras un desarme al sevillano y luego no remontó la obra. Fue silenciado tras estoquearlo de forma efectiva.
FICHA DEL FESTEJO
Plaza de toros de Las Ventas, Madrid. Feria de San Isidro, Corrida de la Cultura, fuera de abono. Mano a mano. No hay billetes.
Toros de Jandilla, bien presentados. Repetidor mas con un viaje nada humillador el del complejo primero; con buena intención un segundo que acabó aburrido y con retazos mansurrones; al límite un cuarto también a menos, deslucido en su conjunto; blando un protestado quinto; de corta embestida el también deslucido sexto.
Alejandro Talavante (azul noche y oro): palmas, oreja tras aviso y silencio.
Juan Ortega (rioja y oro): silencio, silencio y silencio.
FOTOGALERÍA: LUIS SÁNCHEZ OLMEDO