«El toro en el capote nunca humilló y nunca se salía de los lances. Siempre a empujones y sin ninguna clase. Una pena, porque se lha levantado el aire y se ha enfadao el toro, siempre midiendo. Es de los días que mejor he notado yo la plaza, con ganas de que pasen cosas. Lo más importante de todo es que todo volviera a su cauce normal. A la corrida veníamos con mucha ilusión, pero no ha podido ser. Lo bueno es que aún me queda por delante una temporada muy bonita», señabala El Fandi una vez despachados sus dos oponentes.