En tierras de Gerena se encuentra la Finca Mirandilla, dehesa donde conviven machos y hembras del hierro de El Marqués de Albaserrada, una ganadería adquirida en 1947 por el Marqués de Albaserrada, modificando el hierro y agregando un lote de vacas y sementales de D. Isaías y D. Tulio Vázquez a los animales que ya había de Juan Pedro Domecq. Tras muchos años en los que no se introdujo sangre de fuera hubo una prueba con animales de Marqués de Domecq que no salió como se esperaba.
Una vez eliminado el reducto de sangre del Marqués se buscó potenciar la rama Pedrajas, esa que le dio un nombre a esta ganadería sevillana. Hace unos años se refrescó dicha sangre Pedrajas añadiendo sementales de D. Isaías y D. Tulio Vázquez y Yerbabuena (de origen Guardiola), por lo que el proyecto ganadero ya ha virado hacia esta rama. Al volver a lo puro Pedrajas se piensa en tener un sello propio, dando a los toros más motor con movilidad y transmisión, para que en los ruedos esté presente la emoción ( la base principal del toreo) .
Poco a poco esta ganadería va remontando el vuelo con la ayuda de una dura selección y la apuesta decidida del aficionado francés. Un toro de comportamiento encastado, un animal que exige a un torero con oficio y que conozca el encaste. Estos animales pese a su nobleza piden que las cosas se las hagan perfectas tanto en alturas como en distancias. En esta casa ganadera se busca que el toro defienda con furia su vida, que no se deje ganar la pelea fácilmente, de ahí que muchas veces desarrolle peligro.
Esta ganadería ha sido un hierro asiduo en las grandes plazas en su época dorada (de principios de los setenta a finales de los ochenta del siglo XX) su plaza talismán era Pamplona donde obtuvo éxitos clamorosos. En el 2000 entra el francés Fabrice Torrito en la ganadería y poco después accede al puesto de mayoral, el cual aún sigue regentando en la actualidad.
Están lustrosos, rematados para salir a cualquier tipo de plaza los toros de esta casa, cuatreños y cinqueños aguardan su oportunidad para dejar bien alto el pabellón de una familia que se desvive por el toro bravo. A continuación les ofrecemos una galería de parte de la camada de esta ganadería sevillana.
FOTOGALERÍA: JOSÉ JOAQUÍN DIAGO