Fue tal día como hoy de hace 18 años y Miguel Ángel Perera lo quiere celebrar. Hoy se cumple ese tiempo desde que El Juli lo invistiera matador de toros con Matías Teleja como testigo. Comenzaba así la etapa definitiva de un torero que, siendo novillero, había generado las mejores y mayores expectativas, que se fueron haciendo realidad temporada a temporada, triunfo a triunfo, gesta a gesta. Un cumpleaños que para el torero de Puebla del Prior tiene la satisfacción de poder celebrar en la misma plaza de su doctorado, en su plaza, a la que llegó con el hatillo de los sueños rebosando para caer en manos del maestro Luis Reina, director de la Escuela de Tauromaquia de Badajoz. No tardó en llamar Perera la atención de sus docentes, de confirmar lo que decían de él quienes le llevaron de la mano a la escuela: su padre, Miguel Perera, y Baltasar Manzano, su profesor en el Colegio San José de Villafranca de los Barros, donde la mecha terminó de prender.
Hace cinco años que Miguel Ángel no torea en Badajoz, por eso está feliz. Y por eso ha querido dotar a la ocasión de los componentes más especiales. Y auténticos, como todo en su vida y en su carrera. Primero, toreando seis toros en solitario de varios encastes diferentes en busca de la mayor variedad para la tarde y, segundo, envolviendo la cita de un necesario carácter solidario. Porque la gente «lo está pasando mal. Peor de lo que nos podemos imaginar. La pandemia no ha hecho más que acentuar la dificultad en el seno de tantas familias que tenemos más cerca de lo que pensamos. Me ha impresionado comprobarlo al conocer la labor del Banco de Alimentos de Badajoz, que ofrece 15.000 comidas al mes, una parte solo de tanto como aportan a familias que carecen de lo más básico. Sabiendo eso, ¿cómo no ayudar en la medida de mis posibilidades? Lo vi claro: tenía que ser hoy aprovechando el acontecimiento que es para mí la corrida de esta tarde. Lidiar seis toros en solitario entraña dificultad, qué duda cabe, pero lo que de verdad merece la pena es lo que hace el Banco de Alimentos y sus voluntarios. Que lo hacen de forma callada, con la máxima dignidad que precisan también las familias que vienen a él en busca de poder comer”, relata el torero.
La importancia de ayudar con su encerrona en un día tan especial
Por eso el llamamiento que hace hoy para que el público de Badajoz vaya a los toros. “Claro que quiero ver la plaza lo más llena posible y sentir que mi gente me arropa, pero más feliz me hará comprobar que mi ciudad y mi gente responden a la llamada que le hacemos porque, de esa manera, estaremos abriendo muchas ventanas de alivio al Banco de Alimentos para que tenga más recursos con los que atender a más gente aún”, subraya Miguel Ángel. El objetivo desde que la corrida se presentara es llegar a los 50.000 litros de leche donados.
La primera aportación la hizo el propio Perera, con 5.000. También ha cedido un capote firmado que se regalará a la persona que más leche entregue y donará también parte de sus honorarios de la corrida. “Hoy hace 18 años que comenzó un camino hermoso en el que Badajoz ha sido fundamental porque me ha acompañado, me ha aupado y ha compartido todo lo bueno que me ha pasado. Lo de esta tarde es mi forma de darle las gracias, pero, también, de ayudar a tantas personas que lo que más necesitan ahora es esperanza”, sentencia Miguel Ángel Perera
FOTOS: JOAQUÍN ARJONA
