Fue el primer novillero en salir a hombros de la Monumental plaza de toros de Las Ventas en este 2022, un joven que ya venía dando toques de atención y que confirmó en Madrid aquello que muchos pensaban. Fuera del peso de las orejas, Víctor Hernández demostró la calidad de su toreo en una tarde que le sirvió para evolucionar como torero.
Tres meses después vuelve a la primera plaza del mundo para ratificar lo conseguido el marzo pasado. La tarde de ahora es distinta, la afición de Madrid va a exigirle más si cabe tras ese triunfo y él lo sabe. Sabe que tiene la moneda para volver a triunfar, quiere zanjar las posibles dudas que quedaran en el aire, por eso quisimos llamarle, hablar con él para conocer como afronta la tarde.
Viene de entrenar tras una dura jornada, sabe que el triunfo solo viene acompañado del trabajo, por eso tiene muy claro como afrontar la tarde del próximo domingo: «Afronto la tarde del domingo con muchas ganas e ilusión, con las ganas de volverme a sentirme bien en Madrid, que es donde a todos nos gusta torear. La afronto con la responsabilidad».
Víctor sabe que lo conseguido en Madrid fue grandioso pero eso no le levanta los pies del suelo, evidentemente ha sonado el teléfono: «Está claro que, gracias a Dios, después de ese día, me han salido fechas y la gente me conoce más, pero yo sigo siendo el mismo. En lo personal. Voy a Madrid a reafirmar lo que hice en marzo, pero con los pies en la tierra, sabiendo que un triunfo en Madrid».
El domingo es una cita clave, más importante si cabe que la de marzo, por eso tiene en la cabeza aquello que debe hacer. Conoce a la afición venteña y quiere que vuelvan a salir hablando de el: «Más allá del triunfo, que creo que es primordial, voy con las ganas de dejar una buena sensación en la afición y que sepan la forma que tengo de torear y de entender el toreo».
Pero sin el triunfo de aquella no villada seguramente la temporada no iría como va, han salido contratos, oportunidades, pero sin duda una de las más especiales fue su encerrona del pasado domingo en Trujillo: «Me sirvieron los novillos, cada uno tuvo sus matices y fue una tarde bonita. Me quedo con la faena que le hice al animal de La Remonta, que era adquirido por Juan Barriopedro, pero que pude exprimirle todo lo que tenía y le corté un rabo».
Una temporada que si bien vuelve a depender de Madrid ya está más o menos encauzada: «Voy a echar la temporada entera de novillero y torearé en las máximas ferias posibles de categoría, seguiré aprendiendo como torero, que es lo que nos hace falta a jóvenes como yo. Ojalá pueda tomar la alternativa el año que viene en un sitio bueno, de mí dependerá».
