CARTA

Rafael González: «Julián Guerra quería que fuese a la enfermería y yo decidí quedarme en el ruedo»


viernes 3 junio, 2022

Rafael González, tras su alternativa en la tarde de ayer, ha enviado una carta a los medios de comunicación en la que aclara que fue decisión suya quedarse en el ruedo de Las Ventas.

Rafael Gonzalez
Rafael González, entrando al callejón. © Luis Sánchez Olmedo

El diestro Rafael González, alternativado en la tarde de este jueves en la plaza de toros de Las Ventas por parte de Juan Leal y en presencia de Joaquín Galdós con la corrida de Fuente Ymbro, ha remitido hoy una carta a los medios de comunicación de la que nos hacemos eco a continuación. Tras los comentarios vertidos en redes sociales, el nuevo torero aclara que fue decisión suya quedarse en el ruedo cuando recibió la cornada por el astado de la ceremonia.

La carta de Rafael González

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La tarde de ayer fue la más importante de mi vida y, aunque mi sueño era salir a hombros por la Puerta Grande de la plaza en la que he tocado medio cielo en cinco ocasiones -en las cinco orejas que he cortado en este ruedo-, he decir que lo que ocurrió solo es un punto y seguido. Volveré. Y volveré más fuerte.

Y también he decir que si me quedé en el ruedo herido, fue por decisión propia. Lo hice de corazón, y lo hice porque lo que éste me dictaba era matar el toro de mi alternativa. Nadie de mi cuadrilla me instó a quedarme en el ruedo; es más, me animaron a ir a la enfermería. Lo que sí hicieron fue animarme cuando yo, personalmente, decidí quedarme en la arena en pie, algo que me hizo venirme arriba. Pero cuando el cuerpo no pudo más, no hubo más remedio que ir para adentro.

Hace tres meses, a falta de dos días de salir los carteles de Madrid, un hombre, Julián Guerra, accedió a hacerse cargo de mi carrera y pedir mi alternativa en San Isidro.

No lo conocía de nada, y pese a su enfermedad y estar en un momento difícil de su vida, tuvo el detalle de estar conmigo. Me he quedado en la plaza y en ningún momento, ni mi cuadrilla ni mi apoderado, me han coaccionado a hacerlo. Fue Julián el que, en varias ocasiones, me reiteró que me retirase del ruedo, pero mi libertad me llevó a quedarme ahí.

Tengo nueve cornadas en mis carnes, cinco orejas en Madrid, dos en Sevilla y una carrera como torero recién estrenada y lo que más me duele en estos momentos no es la herida del toro de mi alternativa, sino las críticas a un hombre que se ha entregado a mi persona en estos meses porque ha creído en mí cuando más lo necesitaba.

Rafael González