El diestro jerezano Juan José Padilla ha vuelto a mostrar su cariño hacia la ciudad de Pamplona, una ciudad que siempre le ha tratado con un gran cariño, la cual siempre le ha arropado en cada una de las tardes que ha trenzado el paseíllo en su Monumental. Ese cariño que sigue notando cada vez que se deja caer por la capital navarra pese a no estar ya en activo.
Pamplona le ha visto triunfar, pero también sufrir, una afición que ha vivido en sus carnes una de las cornadas más duras de la carrera del torero andaluz. El 14 de julio del 2001 el doctor Héctor Ortiz emitía el siguiente parte médico: «Juan José Padilla sufre una ‘cornada en región cervical que diseca en su totalidad y en sentido transversal el cuello. Presenta fractura de la cara anterior de la segunda y tercera vértebras cervicales y contusión en el esófago. Pronóstico muy grave». Fue tras una dura cornada por parte de un toro de Miura, una ganadería ligada a la carrera del torero jerezano.
Pero esta afición también ha disfrutado de innumerables triunfos de Juan, tardes de gloria y puerta grande que dejan atrás los momentos agridulces de la profesión. Una de las más especiales fue la de su ultimo paseíllo en esta plaza el 13 de julio de 2018, día en el que la afición de Pamplona le cantó eso de «Illa, illa, illa, Padilla maravilla» o «Padilla quédate». Atrás quedaban puertas grandes y triunfos con toros de todo tipo, Miura, Fuente Ymbro, Jandilla, o Torrehandilla entre otras.
Debido a todo ello y como agradecimiento a una ciudad que tanto le ha dado, el propio torero ha querido dirigirse a todos los pamploneses con una carta, escrita por el diestro, en la que agradece a la cuidad y a sus habitantes por todo el apoyo recibido a lo largo de su carrera.
La carta que Padilla ha dedicado a la afición de Pamplona
La familia no falla nunca y Pamplona tampoco. Es precioso ver cómo la ciudad vive sus tradiciones y las transmite a los más pequeños con la mayor fuerza del mundo: la del corazón.
Durante muchos años, he tenido el privilegio de abrazar a todos desde el centro del ruedo de la plaza de toros. Hoy sigo sintiendo el cariño y el afecto envueltos en un papel de regalo muy especial: el de la autenticidad.
Es cierto, cuando estoy en Pamplona me encuentro en casa. Gracias, por tanto, gracias por todo!
Felices Fiestas y que San Fermín nos permita disfrutar de inolvidables momentos y de la mejor amistad.
¡Viva Pamplona! ¡Viva San Fermín!
