Si algo dejó claro Alejandro Talavante el pasado invierno, antes de reaparecer en España -ya lo había hecho meses antes en Francia- era que no estaba a favor de dejarse televisar por cadenas privadas, aunque finalmente sí lo ha hecho esta campaña en citas como sus cuatro tardes en Madrid, Pamplona o la corrida de la reinauguración de Bilbao.
Alejandro Talavante expuso como ejemplo, en la tertulia de la asociación El Toro de Madrid, lo que sucede con conocidos suyos cuando quieren verlo torear desde casa: «La televisión ha sido algo de lo que nunca me he pronunciado«, explicó el torero el pasado mes de febrero a los socios del citado colectivo, «pero pienso que es algo positivo para el toreo que las corridas de toros pudiesen volver a los hogares, y a mí, particularmente, ir a una Feria y que te impongan televisarte, y además con una cadena privada a la que no todo el mundo tiene opciones de acceder vuelve el toreo más elitista» continuaba exponiendo el torero pacense.
De todos es conocida la encrucijada que tuvo su apoderado Joselito con la televisión cuando estaba en activo; una postura similar tomaría un José Tomás en una época donde los festejos en abierto por TVE estaban a la orden del día, algo que por desgracia no sucede en la actualidad, en la que las autonómicas son las que tiran del carro con los festejos en abierto.
Dos problemas encima de la mesa que tienen ‘en pie de guerra’ a los toreros como Talavante con la televisión
Pero aquí subyace un problema mayor a de dejarse retransmitir o no una tarde determinada. Hay dos problemas encima de la mesa que tienen ‘en pie de guerra’ a los toreros con la televisión. Primero es la repetición continua de un mismo festejo, salga bien, mal o regular son emitidos varias veces en un corto espacio de tiempo, algo que sin duda le quita valor a lo realizado por las veces que se emite. El segundo problema tiene que ver con los derechos de imagen: ese es otro escollo que muchos toreros ven como problemático.
Pero, ¿y si volvieran los festejos a TVE con un cambio de gobierno? ¿Darían el paso adelante los toreros para anunciarse en abierto? ¿Por qué no lo hacen más asiduamente hoy en día con las autonómicas? Son varias preguntas que quedan sobre la mesa. Pese a la problemática que contamos antes hay varias posturas dentro de los toreros. Unos han decidido dejarse televisar tanto en abierto como por la cadena privada, véase el caso de Morante de la Puebla en Albacete, Manzanares y o en Villaluenga, plaza en la que se suspendió el festejo hasta en dos ocasiones. Toreros como Ureña o Juan Ortega También dieron el paso.
Otro caso intermedio es el de los toreros que no ponen pegas -que sepamos- a ser retransmitidos por Toros de Movistar, ese es el caso de Urdiales, El Juli, Manzanares o Aguado, entre otros. Luego está el caso de Talavante o Roca Rey, dos toreros quizás más reacios a dejarse televisar más asiduamente fuera de las grandes ferias donde Toros de Movistar adquiere el paquete completo de festejos.
Está clara que la postura de dejarse televisar está sobre la mesa, siempre que haya un control de aquello que se televisa. Los toreros buscan un equilibrio, el no estar siempre en la pequeña pantalla, algo que comparten ciertos aficionados; otros por el contrario no. Es totalmente cierto que aquello que no sale en la televisión no existe, pero no solo de festejos por televisión vive el toreo, se necesita cobertura informativa en los telediarios y entrevistas a toreros y ganaderos. A fin de cuentas, que la tauromaquia sea visible.
Dar festejos y ferias por un canal privado es algo que no debemos perder: llevan tirando del carro muchos años, apostando por la fiesta, pero también es necesaria la televisión en abierto, una apuesta decida por el sector, esa que comparten muchos toreros. Talavante como todos sus compañeros tiene una forma de pensar, una manera de llevar su carrera quizás alejada de la de otros compañeros. Madrid, Pamplona y Bilbao, salvo sorpresa, serán las plazas en las que se le pueda ver a través de la pequeña pantalla, veremos si el año que viene con Valencia o Sevilla en el horizonte cambia la película.
