DECLARACIONES

Las inverosímiles declaraciones de Juan Pedro Domecq sobre su corrida en Santander


martes 26 julio, 2022

Estas fueron las palabras de Juan Pedro Domecq al canal Toros de Movistar tras la soporífera corrida lidiada por Morante, Urdiales y Ortega este lunes en el coso de Cuatro Caminos de Santander.

Juan Pedro Domecq
Juan Pedro Domecq, en una imagen de archivo. © Luis Sánchez Olmedo

Este lunes se vivía en Santander un ambiente especial, un día de toros que tenía todos los elementos para acabar en triunfo, y así fue, pero más por la implicación y las ganas de la terna que por las embestidas de una corrida de Juan Pedro Domecq muy justa de presentación y descastada en su conjunto. Tanto los toreros como los aficionados volvieron a chocar con la misma piedra, un encierro que volvió a evidenciar que no pasa por su mejor momento.

Dicen que la cara es el espejo del alma, pues bien, nada más había que fijarse en el rostro de los tres espadas para ver que la corrida estaba dando al traste con la tarde. Ya no es su justa presentación, sino el escaso juego que dio una corrida cogida con pinzas en su raza y su bravura. Las redes sociales volvieron a servir de termómetro, esta vez para cargar las tintas sobre una ganadería que -insistimos- anda en momentos bajos y a la que le está costando un mundo remontar la temporada.

Lo peor para un ganadero es que el aficionado tenga la sensación, de antemano, que la corrida no va a servir, y eso pasa con un hierro que este lunes en Santander no fue ni la sombra de aquella ganadería grandiosa que tantas veces nos hizo disfrutar en una plaza de toros. Los toreros la piden, eso está claro, pero ¿hasta cuándo? De seguir este rumbo en invierno el teléfono puede dejar de sonar.

Pero lo que sin duda mosqueó más al aficionado fueron las declaraciones del propio ganadero al terminar la corrida. Evidentemente que Juan Pedro Domecq sabe mejor que nadir aquello que tiene en su casa y el toro que busca, faltaría más, pero no es la primera vez que no ejerce la autocritica como debería. Hablar de una buena corrida y tres toros interesantes es parapetarse en la trinchera, no ver, o no querer ver la realidad de una ganadería a la que le empieza a faltar el pulso. Queda temporada para revertir la situación, ojalá por el bien de la ganadería y de la afición se le consiga dar la vuelta a la tortilla.

Las palabras de Juan Pedro Domecq tras terminar la tarde en Santander

Santander (2)
Paseíllo este lunes en Santander. © Arjona – Lances de Futuro

«Ha habido de todo, el cuarto ha sido un toro exigente pero con fondo de bravo, le faltaba humillar, pero el resto lo ha puesto un genio como es Morante. Dos toros con muchísima clase, segundo y quinto, el cual yo creo que estaba tocado del hígado, pero el cual tuvo una calidad, una profundidad, un recorrido y una humillación que a mi francamente me ha encantado. Luego hubo dos toros que me gustaron mucho menos que fueron los lidiados en primer y sexto lugar. Seguimos trabajando, poco a poco van saliendo las cosas y con eso me quedo. Urdiales se ha llevado un gran lote y pudo expresar lo gran torero que es», comentaba Juan Pedro Domecq a los micrófonos del canal Toros de Movistar.

Juan Pedro empieza la tarde con un primero imposible por deslucido: Morante abrevia; un Diego Urdiales en sazón le pasea una oreja a un impresentable y manso segundo de Juan Pedro; Ortega rasca entre la falta de raza del tercero y saluda ovación tras petición; Morante regala a Cuatro Caminos una obra mágica al complejo cuarto, al que desoreja; Urdiales compone una bella obra al natural a un aplomado quinto y le corta una oreja; Ortega le roba momentos de poso a la violencia del sexto. Así resumíamos toro por toro lo acontecido en una corrida de escaso juego y presencia ganadera.

Juan Pedro Domecq Morenés es la cuarta generación ganadera de una casa ganadera por la que han pasado prácticamente la totalidad de los ganaderos que están funcionando en la actualidad, esos que buscaron simiente, primero en tierras de la Laguna de la Janda y luego en la serranía sevillana. Juan Pedro Domecq y Díez guardaba el secreto de la bravura en su lúcida cabeza, sabia el toro que criaba, el tipo de embestida que soñaba, pero los tiempos han cambiado y al hierro de Veragua le han pasado por la izquierda otros ganaderos que han sabido dar con esa tecla que aún Juan Pedro no ha encontrado o está en proceso de encontrarla.

Los cambios en las ganaderías son lentos y complicados, hay que dar pasos cortos pero seguros, el correr más de la cuenta puede llevar consigo pasos atrás que hagan involucionar una ganadería. Refrescar con otras líneas es algo muy positivo, pero debes conocerlas a la perfección. Juan Pedro ya consiguió en Parladé un tipo de toro con mayor transmisión y acometividad que el que su padre criaba. Un animal que sin olvidar la clase y la nobleza tenía mayor picante, algo que Madrid vio con buenos ojos. Ahora con ambas ganaderías unificadas las piezas no están encajando del todo, todo es cuestión de trabajo, exigencia y paciencia, veremos si el rompecabezas tiene solución.