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Así son los serios toros para la vuelta de Dolores Aguirre a Bilbao


lunes 4 julio, 2022

Se trata de una seria corrida, en la línea de Atanasio-Lisardo del encaste que lleva consigo la ganadería de Dolores Aguirre, que pasta en las cercanías de la localidad sevillana de Constantina.

Dolores Aguirre
Toro de Dolores Aguirre para Bilbao. © BMF

La empresa BMF Toros ha dado a conocer, este lunes, los toros de Dolores Aguirre que el próximo 21 de agosto lidiarán Luis Bolívar, Damián Castaño y Román en la plaza de toros de Vista Alegre de Bilbao. Se trata de una seria corrida, en la línea de Atanasio-Lisardo del encaste que lleva consigo esta ganadería.

Isabel Lipperheide (hija de Dolores Aguirre): «Al que no le gusten mis toros, que no los toree»

El 12 abril del 2013 fallecía a los 78 años de edad Doña Dolores Aguirre Ybarra, ganadera de reses bravas. Su divisa era santo y seña de la afición más torista, con un tipo de toro inconfundible por sus imponentes dimensiones y muy desarrolladas defensas, además de un comportamiento muy exigente en el ruedo, de procedencia Atanasio Fernández y Conde de la Corte. Ha gozado de gran cartel en Madrid, Bilbao y Pamplona, donde sus imponentes toros despertaban máxima expectación.

El pasado invierno el Excmo Club Taurino de Bilbao tuvo como invitada a su hija, ganadera que tras el fallecimiento de su madre tomó las riendas de la misma junto a Francisco Pizarro, mayoral de la casa. Una divisa con personalidad propia que este año volverá a lidiar en la semana Grande bilbaína.

En dicho coloquio, presentado y moderado por Paula González y Gabriel Rodrigo habló largo y tendido Isabel Lipperheide Aguirre, una ganadera discreta que con sigilo está llevando la ganadería que un día su padre puso en manos de su madre. Un acto ameno, en el cual se tocaron varios aspectos relacionados con la ganadería a la que le dio nombre y lustre su madre. En una charla que duró más de una hora hubo tiempo para hablar de todo, ahora nos centramos en sus orígenes, en esos primeros años en los que Dolores Aguirre moldeó un toro a su imagen y semejanza

Una divisa que según cuanta Isabel venía de una rama muy buena pero la cual en los primeros años tuvo graves problemas de fuerza. «Lidiamos nuestra primer acorrida en Málaga, nada más y nada menos que con Curro Romero, Paquirri y Manzanares en el cartel, fue una tarde de triunfo pero aquello no convencía a mi madre. Los toros pecaban de exceso de nobleza y poca fuerza, y eso era todo lo contrario de lo que tenía ella como toro. Ella lo asociaba a fuerza, fiereza, transmisión. En los tentadero fue terriblemente exigente, quería darle la vuelta como un calcetín a la ganadería, no perdonaba que tuvieran poca fuerza. Exigía mucho en el caballo, y que no fueran tontas, sino que le hicieran pensar al torero».

La ganadería quedó por sorpresa en manos de su madre, que era aficionada pero ni imaginaba poder llegar algún día a ser ganadera. Una historia muy curiosa que merece la pena ser contada: «Mira, mi padre era cazador, mi madre protestaba porque durante un tiempo el se iba todos los fines de semana fuera, y mi padre pensó, «mira para que me deje en paz le compro una finca, le pongo unos toros, y me deja tranquilo». A mi madre no le gustaba el campo pero poco a poco fue entrándole el veneno. Date cuenta que mi padre compra la ganadería dos años después de adquirir la finca. Mi madre estaba aterrada porque ella decía que le gustaban los toros pero no tenía ni idea de como llevar una ganadería. Como dije poco a poco se fue metiendo hasta llegar un momento en el que no podía vivir sin sus toros y sus vacas».

Y proseguía explicando lo siguiente: «Así es, en el año 71 decido comprar animales directamente al Conde de la Corte, ganadería madre de Atanasio. Como te dije mi madre sufría al ver cuando se caían sus vacas, de ahí que buscara algo que pudiera subsanar esos problemas. A mi personalmente me parece mucho más bonito el toro del Conde que el de Atanasio. De esa compra aparece en escena un semental que nos subió mucho de volumen la ganadería, el cual nos ayudó a entrar en plazas como Madrid«.

Tras años de dura selección encontró ese animal que llevaba buscando tanto tiempo Dolores Aguirre: «Así es, mi madre era una mujer que si hacía algo lo hacía bien, por lo que estaba empeñada en darse su sello a la ganadería. Con el tiempo y el refrescamiento fue dejando atrás ese toro noblón y de poca fuerza para encontrar un animal encastado, con poder y duración pese a que este encaste es mansito e condición. Su legado es el que yo recojo gustosamente, su ideal de toro es el que yo tengo, creo que consiguió un toro a su medida, ese que consiguió llevar a las ferias una mujer que empezó en esto sin tener ni idea»