Día grande en Pamplona en el día del Patrón en el que se conmemora el centenario de su Monumental plaza de toros. Abriendo cartel el rejoneador navarro Pablo Hermoso de Mendoza con un toro de la casa Capea, a continuación, José Antonio Morante de la Puebla, Julián López ‘El Juli’ y Andrés Roca Rey. Los toros para lidia a pie pertenecen al hierro gaditano de Núñez del Cuvillo.
El toreo es del pueblo, de sus raíces, en definitiva, de la gente, y de eso sabe mucho Pamplona. Una afición que pese al ruido sabe valorar la verdad que trasmiten los toreros que se juegan la vida en el ruedo. Hoy vimos las dos vertientes del toreo, la balada y el de Rock and roll, ese tipo de faena que llenan tanto a la sombra como al sol. Hermoso de Mendoza dio una clase magistral de rejoneo con una faena de dos orejas, las mismas que paseó El Juli por sendas faenas de inteligencia y poderío. Un Julián que tras Sevilla y Madrid salió con la hierba en la boca el día de Patrón. Ese día en el que Morante paseó una oreja por una faena de pura caricia, escapándosele otras por írsele baja la espada, algo que también provocó que el usía se guardase el pañuelo en el primero de su lote. Por su parte Roca Rey tiró de su versión más templada ante un sexto de clase infinita y de mando ante un tercero al que le bajó los humos hasta meterlo en el canasto. Paseó tres orejas que le abrieron junto a Pablo hermoso y el Juli la puerta grande.
La maestría y el temple de Pablo Hermoso le cortan las dos orejas al buen primero de Carmen Lorenzo
Realizó una interesante faena Pablo Hermoso de Mendoza al primero de Carmen Lorenzo, un animal templado y con celo en las monturas. Dejó dos rejones de castigo para salir más tarde a lomos de Berlín y cautivar a la parroquia pamplonica. Le dio siempre distancia a un animal al que tuvo que llegar mucho a la cara. Toro de buen tranco y nobleza que aprovechó el rejoneador navarro para cuajar una interesante actuación. La ‘Hermosina’ volvió loco a los tendidos. Todo lo que hizo Índico tuvo torería, un caballo de gran expresión y elasticidad que siguió manteniendo en todo lo alto el nivel de la faena. Cerró con las cortas dejándose llegar mucho a un animal que tuvo fondo. Tras un rejón en buen sitio cortó la primera oreja de la tarde.
El aroma y la torería de Morante dejan una obra de fino trazo ante el manejable segundo
Le molestó el aire a José Antonio para recibir el melocotón segundo, un toro que se quedó cortó en el capote de un Morante lidiador. Un astado que apretó en el capote y que demostró tener poca clase en los chismes. Toro al que no apretó el de la Puebla, toreándolo en línea y a media altura en un inicio con mucha torería. Le consintió el sevillano a un toro al que le imprimió mucha suavidad para limar los defectos del de Cuvillo. Dibujó los mejores muletazos a derechas, por ahí el toro tenía mejor condición, esa que aprovechó para dejar muletazos con mucho sabor. Por el izquierdo dijo menos el animal, quedándose más corto y embistiendo por dentro. Dibujó un pase de pecho de pitón a rabo de enorme torería. Se vio muy metido en la faena a un torero que se acopló perfectamente a un toro que él hizo mejor a base de quedarse en el sitio y no exigirle en demasía. Siempre con la muleta retrasada para provechar las inercias de un toro que se sentía más cómodo cuando no era exigido. Acabó con ayudados a dos manos que tuvieron aires joselitistas. Tras una estocada casi entera y algo atravesada se le pidió la oreja, la cual no fue finalmente concedida. Ovación con saludos.
La capacidad de El Juli somete al desigual tercero al que le corta una oreja en una faena de gran inteligencia
Se frenó de salida el castaño segundo, un toro que no quiso ir hacia adelante en el capote de Julián. Buscó conectar con la parroquia en un quite por chicuelinas a media altura en la que no quebrantó en absoluto a un toro que más que embestir pasaba. Comenzó por alto para no molestar a un toro que embestía soltando la cara en un inicio mandón. Tuvo cierta movilidad en los primeros compases, pero fue siempre a la defensiva, soltando la cara y picando por dentro. Julián fue todo firmeza y exposición ante un toro con mejor inicio que final de muletazo. Animal con más movimiento que case, la cual aprovechó el madrileño para dejar muletazos sueltos dejando volar la pañosa. Cuando le exigió al toro este volvió a defenderse, optando por el toreo a media altura. Tuvo obediencia y fijeza un toro que como el primero fue otro en manos del torero que tuvo delante. Inteligente en alturas y terrenos, aprovechando la durabilidad de un animal con arista, pero agradecido. Mató de una estocada trasera y tendida, saludando una ovación desde el tendido.
Roca Rey desoreja el jabonero cuarto en una faena que sigue marcando el camino de su temporada
Humilló algo más el jabonero que hizo cuarto, un toro que tampoco dejó al peruano soltarse de capa. Se le cuidó en el caballo en dos buenos puyazos de Quinta ante que el peruano formara un auténtico gazpacho en un inicio de faena que caló rápidamente en los tendidos. Quietud, seguridad, mando y gallardía ante un toro que humilló algo más que sus hermanos, pero al que le faltó cierto poder. Su inicio de rodillas fue de los que cortan el aliento. Andrés buscó ordenar la embestida de un toro que se movió pero sin ordenarse. Se la dejó siempre en la cara a un toro que no aguantaba la exigencia, tapando sin duda Roca Rey los defectos de un astado que cuando lo sometías se defendía. Como sus hermanos tuvo peor condición a zurdas, algo que cambió radicalmente de mitad de faena en adelante, ahí se entregó el toro buscando los vuelos por abajo y colocando la cara, saboreando los naturales el peruano en una tanda de gran pulso y cadencia. Pisó los terrenos en los que los pies queman, se dejó llegar una enormidad al toro en muletazos en los que se le vio prendido en varias ocasiones. Su final en la distancia corta volvió a demostrar su absoluto dominio. Manoletinas siempre de frente y dando los muslos al animal. Sonó un aviso, dejó una estocada arriba previa a un golpe de verduguillo y paseó el doble premio en su vuelta a Pamplona.
Morante siente el toreo en una faena de encaje y guante de seda ante el enclasado quinto al que le pasea una oreja
Embistió con suavidad el quinto de la tarde un serio ejemplar de Cuvillo con el que Morante dejó lances sueltos sin llegar a poder tener continuidad. Dibujó un quite por verónicas toreando con las palmas y las zapatillas asentadas, fueron dos y una media, pero las cuales tuvieron gran sabor. Brindó al respetable una faena que comenzó con un torerísimo toreo a dos manos por bajo y un pase de pecho al ralentí. Dibujó derechazos con un ritmo sostenido, pulseando la embestida y ralentizando los muletazos ante un toro con gran nobleza. Saboreó cada muletazo como si fuera el último, siempre con el mentón en el pecho y las zapatillas asentadas. Toreo de cintura y muñecas, por el izquierdo también dibujó naturales de gran reunión y plasticidad ante un toro de buena clase. Aguantó en ocasiones la embestida dormida de un toro al que le puso la chispa que le faltaba un Morante de la Puebla que buscó hacer el toreo por la vía de la sutilidad. Por ambos pitones sintió el toreo en las yemas de los dedos, se reunió de verdad con un toro de calidad al que le sacó hasta la última gota de bravura que tenía en una faena que supo administrar perfectamente. Lo mató en la suerte de recibir pero la espada cayó baja, algo que sin duda no fue óbice para cortar la oreja en una faena que toreó para él.
Oreja al poderío y la exigencia de El Juli ente el desigual pero humillador sexto
Se abrió en el capote el sexto de la tarde un toro al que lanceó con suavidad el torero madrileño pero que acusó las querencias conforme fue avanzando su lidia. Toro que empezó a quedarse cortito y a pegar arreones una vez que salió del jaco. Intentó ordenar Julián las embestidas de un toro que tendía a soltar la cara a la salida del muletazo. Le fue buscando poco a poco las vueltas para intentar meter en el canasto que tuvo movilidad, pero al que le faltó entrega. Toro que siempre embistió más y mejor hacia afuera y no hacia los adentros. Aprovechó las inercias del toro, enganchándolo siempre delante y apretándole por abajo. Cuando el toro aminoró la velocidad embistió con mayor entrega y mejor colocación de cara en una tanda de importancia, pero acusó la exigencia haciendo amago de rajarse pese a que Julián lo sostuvo perfectamente en la muleta. Tras pasaportar al toro de una estocada hasta las cintas algo caída paseó una oreja ante un toro al que hizo el torero madrileño.
El toreo al ralentí de Roca Rey calan en Pamplona y le cortan una oreja al gran séptimo de Cuvillo tras un pinchazo previo
Se le atisbó nobleza al cierraplaza pero la fuerza justita, un toro que quiso más que pudo en el recibo de capa del peruano. Se dejó pegar en el peto, siendo perfectamente lidiado por un Chacón que le abrió siempre los caminos. Humilló en la muleta el animal ante la templada muleta de un Roca Rey que fue todo suavidad. Ni un toque a destiempo le dio el peruano en un comienzo de faena presidido por el temple. El toro fue cogiendo ritmo colocando la cara, dejando Roca Rey muletazos al ralentí. Toro con profundidad al que había que llevar siempre enganchado, de lo contrario se desordenaba. Toro con fondo de bravura que siempre lo quiso todo por abajo. Siempre dándole la panza de la muleta y tirando de él hasta el final, a mayor sometimiento mayor entrega del animal en unas series finales de torero reunido. Se echó rodilla en tierra en un final de faena en la corta distancia de toreo encajado en series al ralentí. Entiende como nadie Roca Rey al público y la afición de Pamplona que acabaron rendidos ante el toreo majestuoso de Andrés. Gran toro este séptimo de la tarde al que Roca Rey cuajó de cabo a rabo, lástima el primer pinchazo que dejó en una oreja una faena de dos.
FICHA DEL FESTEJO
Plaza de toros de Pamplona. Tercera de la Feria del Toro. Corrida Mixta por el centenario de la Monumental. Lleno de ‘no hay localidades’.
Un toro de Carmen Lorenzo para rejones y seis de Núñez del Cuvillo para lidia a pie. Bien presentados y de juego desigual, sacando fondo de bravura una corrida de interesante juego. Con nobleza y buen tranco el templado primero; con movilidad y prontitud el manejable segundo; con movilidad y emotividad el desigual tercero; a más el noble y fijo cuarto que acabó sacando buen fondo; de gran clase y ritmo el buen quinto; con fondo pero desigualdad en sus embestidas el agradecido sexto; de gran entrega, ritmo y calidad el bravo y humillador séptimo.
- Pablo Hermoso de Mendoza: Dos orejas
- Morante de la Puebla: Ovación con saludos y oreja
- Julián López ‘El Juli’: Oreja en ambos
- Andrés Roca Rey: Dos orejas tras aviso y oreja
GALERÍA: Emilio Méndez