Llegaba el turno pamplonés al encierro de José Escolar, una clásico en las calles de la capital navarra y también una de las ganaderías que más triunfos ha dado a los toreros dispuestos, a pesar de las dos cornadas que había dejado por la mañana alguno de los animales. Frente a ellos, dos debutantes en la terna, como Joselito Adame y Javier Cortés, y un avezado especialista como es el albaceteño Rubén Pinar.
Joselito Adame le roba por el derecho lo poco que el nada humillador primero tenía
«Cartelero» se llamaba el cárdeno bragado meano primero de 575 kilos que era serio como él sólo. Meros detalles capoteros dejó Joselito Adame antes de que fuese picado en la primera vara en el caballo de la puerta y en la segunda en la contraquerencia. Tomás López y Alberto Zayas parearon al animal con solvencia. Al público fue el brindis del de Aguascalientes, que inició faena por la diestra ante un animal reponedor y que tendía a defenderse. Lo único qur pudo sacar fue por el derecho al difícil animal. Lo despenó de estocada entera y descabello y fue silenciado.
Pinar traga por el derecho al también difícil segundo
Poca fuerza mostró enel capote de Rubén Pinar el segundo, que picó bien Agustín Romero y al que dejó buenos pares Ángel Otero. Muy tardo y siempre esperando era el animal de Escolar, al que esperó en el firme cite el manchego, que selló de nuevo por la mano diestra lo más lucido, el lado por el que más se dejó un animal de Escolar también de corto viaje y que no humilló. Combinó el toreo fundamental por ese lado derecho con momentos de efectismo. Dejó una estocada en el rincón de Ordóñez de rápido efecto y fue ovacionado.
Un firme Cortés extrae buenos momentos por la diestra a un tercero que acabó aplomado
Negro entrepelado de 560 kilos era el tercero, animal de nombre Diputado con el que no se pudo lucir Javier Cortés. Animal incierto que parecía tener buen viaje por el lado derecho pero que fue acortándolo. Por ahí me sacó momentos de interés el de Getafe, que se cruzó luego al natural con un animal que ya era otro y que estaba muy aplomado. De nuevo la zurda para rematar obra junto a un desplante rodilla en tierra antes de dejar una media estocada efectiva. Silencio.
La sosera del cuarto se torna en peligrosidad en la faena de Joselito Adame, que es silenciado
Más abierto de cuerna era el segundo del lote de Joselito Adame, que se llevó dos buenas varas en el sitio. Al hilo de tablas inició faena el mexicano, pero apenas tuvo oponente. Fue un toro soso, sin brío ni codicia en su embestida y que además empezó a reponer en el ecuador de la faena y luego se le tornó en peligroso.
Pinar hace lo que puede con un reponedor e inteligente quinto
Horquiñano se llamaba el quinto, al que dejó una cambiada Rubén Pinar; se le dio una fuerte segunda vara y Candelas perdió pie sin consecuencias aparentes tras el tercero de los pares. Desarmó el toro al manchego en la primera de las series; fue una prenda un toro cada vez a menos y que reponía. Animal inteligente que no se lo puso fácil a Rubén, que lo estoqueó de media en buen sitio de la que tardó en caer. De nuevo Candelas sufrió una cogida tras el trance con el acero, levantando el puntillero al animal. Silencio.
Cortés traza buenos naturales a un sexto a menos
Buenacara se llamaba un imponente sexto al que dejó verónicas con voluntad Javier Cortés. Tras las varas cortó el animal a Antonio Molina y Julio López en banderillas. Al público fue el brindis del torero, que basó en la zurda la primera parte de su obra. Fue a menos un animal que sí se entregó por ese lado hasta que acabó incluso orientado. Se cruzó y consiguió de nuevo buenos momentos. Tras la estocada marró con el descabello. Silencio tras aviso.
FICHA DEL FESTEJO
Plaza de toros monumental de Pamplona. Feria de San Fermín. quinta de abono. Lleno en los tendidos.
Seis torosa de José Escolar, impecables de presencia y en el tipo de la casa. Sin humillación y de corto viaje el difícil primero; también de poco recorrido en su embestida y nada humillador el segundo; con viaje de cierta calidad muy a menos la de un tercero que acabó parado; sosería que se tornó en peligrosidad la del cuarto; reponedor y que sabía lo que se dejaba detrás el quinto; también de corto viaje pero con cierta entrega por la zurda el sexto, a menos y luego orientado.
Joselito Adame (blanco y oro): silencio y silencio.
Rubén Pinar (blanco y plata): ovación y silencio.
Javier Cortés (blanco y oro): silencio y silencio.
FOTOGALERÍA: EMILIO MÉNDEZ