Muchas veces nos hacemos ciertas preguntas sobre el toro bravo, un animal que sigue siendo una incógnita para muchos de nosotros. Este tipo de animales hacen que nos replanteemos la forma de tratarlos según el momento del día o la época del año. Según le preguntes a unos ganaderos u otros su respuesta será distinta al de su compañero. No es lo mismo un animal de encaste Núñez que vive en el centro o sur de la península que otro de Atanasio o Lisardo afincado en el campo charro.
Hace tiempo escuchábamos una reflexión de unos de los ganaderos más respetados en el campo bravo. Fernando Cuadri daba su opinión sobre los toros en el campo y luego en la plaza. «El toro que es pegó y que siempre está al loro de medirse con sus hermanos luego suele embestir menos, mientras que el que es más chonchón y noblón en el campo suele dar mejor juego. Esto también pasa en los corrales, mientras que el primero no descansa y está pendiente de todo lo que sucede entre bambalinas, el segundo bebe, come y descansa sin problema. Cuando salen a la plaza uno tiene el depósito a la mitad, mientras que el otro lo tiene lleno», comentaba el ganadero onubense.
Un ganadero que en su día hizo una reflexión que todos los taurinos deberíamos hacer nuestra: «El misterio del toro consiste en que cuanto más avanzas, más variables aparecen y menos sabes. Ser ganadero es una continua cura de humildad». Un hombre que también se preocupó mucho por saber qué factores influyen en el comportamiento del toro bravo tanto en el campo como en la plaza. Un hombre que siempre habló del estrés de toro en el trayecto hacia la plaza, la polución de la ciudad, el agua con cloro… un hombre que siempre estudió con detalle estos temas.
¿Por qué la luna influye en el comportamiento de un toro bravo?
Pero si hay una persona cualificada para hablar de estos temas es el veterinario Julio Fernández. Queríamos preguntarle sobre varios temas relacionados con este majestuoso animal. El primero es saber si influye el cambio de lunas, o si la superluna que vivimos en el día de ayer puede variar su comportamiento en la plaza.«No lo sé a ciencia cierta, unos ganaderos dicen unas cosas otros otras. Por ejemplo, este jueves dos corridas de Núñez del Cuvillo tuvieron resultado opuesto, una en Dax y otra en San Roque, la primera por encima de 40 grados, defraudó. Eso sí que influye objetivamente. También luego está la exigencia de la plaza, pero creo que en la plaza no hay cambios significativos sobre ese tema que me preguntas».
Una vez conocido que en la plaza el toro no cambia su comportamiento por estos temas, queríamos conocer si en el campo son más acusados, algo que por otra parte es más normal que suceda: «Seguramente algo influya en su comportamiento, pues como sabes los toros barruntan cambios atmosféricos con bastante precisión. Esto provoca que anden más susceptibles y que se midan más.El cambio de luna o la superluna de ayer puede ponerlos más nerviosos, pero en otras ocasiones en las que esos cambios atmosféricos se producen. El toro bravo es muy sensible a estos temas»acabó comentándonos Julio.
