La empresa Plaza 1, tras la adjudicación del nuevo contrato de explotación del coso venteño, ha ofrecido este mediodía una rueda de prensa en la Sala Antonio Bienvenida de la plaza de toros de Las Ventas. Los empresarios -Rafael Garrido y Simón Casas- han analizado las claves de su proyecto para la gestión de Las Ventas durante los próximos cuatro años.
A preguntas de los compañeros de la prensa sobre una hipotética vuelta de José Tomás a la Monumental plaza de toros de Las Ventas tomó la palabra Simón Casas dejando el siguiente titular: «José Tomás volverá a Las Ventas cuando él quiera hacerlo; todas las puertas de la plaza están abiertas para él», señalando que es un torero «tan peculiar que torea muy poco», mostrando el máximo respeto hacia él y hacia su carrera.
Hay que recordar que el último paseíllo de José Tomás en la primera plaza del mundo data del 15 de junio de 2008, fecha en la que se lidió un encierro de Puerto de San Lorenzo, remendado con dos toros de Cortés (4º y 6º) y un sobrero de Toros de El Torero lidiado en quinto lugar, festejo en el que salió en hombros tras cortar tres orejas.
Días antes, concretamente el cinco de junio, había reaparecido en Las Ventas tras su vuelta a los ruedos el año anterior en la Monumental de Barcelona. Fue con una corrida de Victoriano del Río, divisa madrileña de la que paseó dos orejas de cada uno de los toros que le cupieron en suerte.
Por lo tanto, en 2023 se cumplirán 15 años desde la última vez que José Tomás pisó el ruedo venteño, una travesía por el desierto demasiado larga para unos aficionados que siguen añorando al torero madrileño pese a que en estos últimos años han sido varios los toreros que han llenado ese vacío con triunfos sonados y faenas para el recuerdo.
Sabemos la dificultad que entraña contratar a José Tomás, más si cabe cuando ha decido apostar por un tipo de festejo en solitario y en plazas de segunda, pero también no es menos cierto que uno de los pocos empresarios que puede sacarlo de ese tipo de festejo y llevarlo a sus plazas es un Simón Casas que ya lo ha contratado en varias ocasiones. Inolvidable aquella tarde en la Feria de la Vendimia donde el de Galapagar dio un recital de toreo en una mañana septembrina.
Repetimos, es difícil, más si cabe si hablamos de Madrid, una plaza de enorme exigencia, pero aún existe una rendija por donde entra una pequeña ráfaga de luz, esa en la que se encomienda un aficionado como un creyente cuando aprieta su rosario. El tiempo dirá si JT trenzará por última vez el paseíllo en su plaza, esa que le dio todo y a la que él le entregó su vida.
