Dos tardes. Esa fua la petición de Diego Ventura a la empresa de Madrid y esa será su participación en la próxima feria de San Isidro, en la que comparecerá en uno de los dos festejos programados para los montados y en una corrida mixta en la que irá arropado por dos toreros de gran predicamento en la primera plaza del mundo. Ahora la cuestión es definir los hierros que lidiará Diego en su regreso, que es en lo que está su apoderado, Andrés Caballero.
Hay que recordar que este será el año de las Bodas de Plata del rejoneador desde que tomase la alternativa, y quería tener una presencia especial en la plaza donde él fue quien paseó el último rabo cortado en ese ruedo. Por eso el apoderado del hispanoluso, Andrés Caballero, buscó la fórmula para cuadrar todas las voluntades. La corrida de Montalvo, junto a Paco Ureña y Ginés Marín, solucionaba parte de los problemas que planteaba el montado, pero también la petición con la que Ureña condicionó su mano a mano con De Justo en la de Victorino.
Para esa comparecencia, en la que los de a pie lidiarán una corrida de Montalvo bien hecha pero con mucha seriedad, Ventura podría lidiar dos toros de Espartales o dos toros de María Guiomar Cortés de Moura, camadas que tiene a su disposición. El problema viene cuando hay que elegir una de las dos corridas de San Isidro para la que será terna de rejones, porque tanto Pablo Hermoso de Mendoza como el propio Ventura han pedido la corrida de Capea.
De esta forma, quedarían definidos también los dos carteles del arte de Marialva que se celebrarán en la feria, porque Pablo Hermoso de Mendoza, Lea Vicens y Guillermo Hermoso de Mendoza se anunciarán una de las tardes, mientras que la otra será la de Diego Ventura con los dos Fernandes: Rui y su sobrino Duarte, que confirmaría su alternativa esa tarde.