CAMPO BRAVO

Así evita La Quinta que sus toros pasen por la manga: el mayoral los vacuna desde lo alto de un árbol


miércoles 4 enero, 2023

Esta es la peculiar forma de vacunación que tienen en la ganadería de La Quinta para evitar que los toros pasen por la manga y los corrales.

La Quinta
Toros de La Quinta. © J. J. Diago

El aficionado a los toros conoce que, para un toro bravo, la hora de atravesar los corrales o las «mangas» que conducen a éstos no es su favorita. El saneamiento, la vacunación o las curas no son plato de buen gusto para un animal bravo, sobre todo por el estrés que puede generar en un animal salvaje como éste que entre en estos espacios. Pero en la ganadería cordobesa de La Quinta le pusieron hace unos años solución a este problema: sus ganaderos idearon una forma de vacunar a los toros sin que éstos tengan que pasar necesariamente por los corrales. Se trata de subirse a un acebuche una vez que pasan por abajo los astados, y ahí vacunarlos. Parece sencillo, pero no lo es tanto.

En esta faena se consiguen dos cosas: primero, vacunar a los toros sin que les suponga un estrés grande, ya que conforme van cumpliendo años se van orientando más en los corrales; segundo, hermanar a los animales, ya que el toro de Santa Coloma es de «sangre caliente» -como así se conoce en el argot taurino-, y cuanto más se conozcan entre ellos, mejor. En esta faena se trae a un grupo grande de toros por el corredero, lo que también sirve para cansar un poco al animal y que cuando llegue al lugar indicado lo haga al paso, sin carreras.

Los toros pasan junto a una pared de rocha en el estrechamiento final del corredero: ahí, entre las rochas, hay varios acebuches en los que se subirá el mayoral para vacunar a los toros, una faena que lo que busca principalmente es molestar lo menos posible a las reses.

Un circuito cerrado por el que pasan varias veces los toros de La Quinta

Es un circuito cerrado por el que pasarán varias veces los toros. Con ello, se pretende que todos los animales vuelvan a su cercado con la vacuna puesta, evitando así su entrada en corrales. El toro conoce este lugar, no lo extraña, pasa sin problemas, mientras que si se les llevara a los corrales la tensión sería mayor, así como la posibilidad de que hubiera alguna pelea o de que uno de los toros se partiera un pitón.

Los ganaderos buscan formulas para que se manosee lo menos posible al toro bravo, un animal muy jerárquico, imprevisible, al que no le gusta para nada que le corten su espacio. Como dijimos con anterioridad, el toro del encaste Santa Coloma es un tipo de toro especial, de «sangre caliente», que suele pegarse mucho. La familia Martínez-Conradi conoce a la perfección lo que tiene en casa, de ahí que busque estas fórmulas para no soliviantar en demasía a los animales. En el siguiente reportaje de Toros para Todos se ve a la perfección cómo realizan esta labor.