‘Cazarratas’, aquel toro condenado a banderillas negras en La Monumental de Las Ventas el 31 de mayo de 2016, sigue muy presente en la cabeza de los aficionados. El astado, con el hierro cordobés de Saltillo, sembró el pánico en la primera plaza del mundo, toro al que despachó con enorme dignidad Sánchez Vara tras una labor de enorme mérito por las complicaciones del animal.
Seis años después, este animal ha vuelto a saltar a la palestra y a estar en boca de los aficionados al publicar Joan M. , un aficionado de la Comunidad Valenciana, un mensaje en Twitter donde se veía cómo se tatuaba en su brazo izquierdo una imagen del astado con su nombre debajo. Dicho tatuaje era una copia exacta de la fotografía de Andrew Moore aquella misma tarde.
Una publicación -con vídeo incluido- que en pocas horas se convirtió en viral. Sin duda volver a recordar a este animal tan particular ha vuelto a retrotraer a mucha gente a aquella tarde de San Isidro de 2016, donde Sánchez Vara se ganó por su gallardía y hombría al aficionado de Madrid. Cultoro se ha puesto en contacto con este aficionado levantino, que ha señalado que, con esta acción, también pretende que «se normalice el tatuaje taurino, ya que en otras aficiones -por ejemplo el fútbol- hay muchas personas que se tatúan a su jugador, equipo o campo preferido, algo que tiene que ocurrir también en la tauromaquia».
“Somos CAZARRATA en las ventas” pic.twitter.com/WbhTpGhe8R
— Rocky_Lorenzo (@Rocky_Lorenzo1) December 22, 2022
Otro toro similar a ‘Cazarrata’ de Saltillo el pasado mes de abril en Las Ventas
Comentarios como «¡Viva Cazarrata!» por parte de algunos aficionados acompañan a la publicación, «Somos. Y seremos. Enhorabuena, el tatuaje es espectacular» señala en la publicación RFurciet, «Cazarrstista desde la cuna» o «Como decía El Guerra, “hay gente pa tó”, fueron algunas de las respuestas que tuvo esta publicación que tanto revuelo ha levantado en redes sociales.
Varias temporadas después, concretamente el 14 de abril de este año, volvió a salir por la puerta de chiqueros de Las Ventas otro toro de Saltillo que recordó a aquel ‘Cazarratas’. Esta vez el animal llevaba por nombre ‘Rastrojero’. Le cupo en suerte al francés Thomas Duffau; el galo contaría con la inexorable ayuda de un Sánchez Vara -presente en el cartel- para intentar solventar la papeleta.
Así lo contábamos en Cultoro: Ese sexto de la tarde fue uno de los toros complicados que se han visto en estos últimos años en Las Ventas por su listeza y por viveza en los primeros tercios. Un toro con complicaciones que le tocó en suerte al torero francés. Un «pavo» que izaba sus puntas al cielo y encampanado en los medios metía miedo a todo el tendido. Salió de sobrero tras devolverse por falta de fuerzas su hermano de camada. Un astado que después de derribar al picador en el primero encuentro, se dejó pegar sin más en los siguientes puyazos. Esperó en banderillas y se agarró al piso en el último tercio. Un toro que no puso facilidades: ni una embestida regaló, al contrario, si te descuidabas te cazaba. Uno de esos toros que te ponen a cavilar y que volvió a salir en la primera plaza del mundo, allí donde el foco se agranda y la repercusión para bien o para mal es enorme.