El toro bravo es un animal jerárquico, lucha por el cetro del cercado y no le importa medirse con cualquiera de sus hermanos para conseguirlo. Al contrario de los animales carnívoros, no ataca para alimentarse sino para ser el líder único de la manada. Hay ganaderías donde los toros son más irascibles y otras en las que la nobleza prevalece, pero siempre en algún momento salta la chispa que da el banderazo de salida a las peleas.
El cambio de tiempo, la entrada de nuevos hermanos en el cercado, el olor a vaca en los corrales cercanos… todo influye para que se encienda la mecha. El problema no radica en una pelea uno contra uno donde los astados se miden en igualdad de condiciones, el problema llega cuando entra un tercero en discordia, el que decanta la pelea. Desestabiliza al toro por detrás y al caer la manada se echa encima para coserlo a cornadas.
Con la llegada de las fundas se evita que la muerte sea por asta, es decir, por un corte mortal, ya que al tener las fundas el pitón no cala en la piel del compañero. Al tener la punta enfundada el golpe más que rajar parte, es decir, no hay un corte limpio, pero sí un golpe que puede romper costillas o provocar cornadas internas que provoquen la muerte.
En el vídeo que vemos hoy nuestro compañero Enrique Romero de Toros para Todos se adentra en uno de los cercados que hay en la ganadería de Osborne; allí hay un toro malherido en el suelo, no se puede levantar debido a las innumerables cornadas que lleva por todo su cuerpo.
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Un claro ejemplo de un líder destronado por sus compañeros de cercado. Lo primero es darle agua para que no se deshidrate y baje la fiebre. El toro está tan acobardado que se deja dar de beber como si fuera un becerrito. Una vez hidratado el toro hace por intentar levantarse, algo que no consigue. Gracias a la buena labor de los hombres de campo se le cambia de ubicación en una zona más recogida junto a una pared en ruina, allí hay paja para que se alimente, intentando que tome fuerzas y se recupere a expensas de la llegada del veterinario.
El toro solitario se mantiene alejado del grupo, solo en la lejanía. No se acerca a los comederos de pienso hasta que el resto de los hermanos han saciado su hambre. El líder derrocado asume la nueva jerarquía del cerrado. Esto ocurre en la ganadería de Cuadri, uno de los animales ha perdido el cetro, ya ha dejado de ser el líder de la manada, de ahí que el resto de sus hermanos lo destierre a una zona alejada de los demás.
El problema radica cuando un toro está pegao, Gaspar el mayoral de la ganadería sabe cuál es el toro que se arranca, es el N.º13 un toro que se arranca sin previo aviso, algo que ya conocen en esta casa desde que ese toro era becerro. El animal tiene que aprender que conductas debe tener en el cercado, gracias a la voz y al buen trato de los hombres de campo consiguen calmar al toro revoltoso.