El pasado uno de octubre se cerraba una puerta que ha estado abierta durante los últimos 25 años, esa que durante un cuarto de siglo ha tenido en la figura de Julián López ‘El Juli’ a uno de los toreros más importantes del escalafón. Un espada, que al igual que lo hicieron otros, se echó el petate de la fiesta a la espalda para cargar con la pesada carga de la responsabilidad. Y lo hizo con 16 años, una edad nada habitual en un torero de alternativa.
Montes, nacido en la tierra del vino y el caballo allá por abril de 1982, llegó a torear sin caballos en la Real Maestranza de Caballería de Sevilla, formando parte de las cuadrillas de Fermín Bohórquez, Dávila Miura, Miguel Ángel Perera antes de colocarse definitivamente con Julián López Escobar ‘El Juli’, amigo personal y jefe de filas de un banderillero que nunca falló a la promesa dada a su matador.
Durante muchos años tuvo a su lado a Álvaro Montes, un hombre de plata que hasta colocarse con el madrileño buscó su sitio en un mundo de gran competitividad. Años en los que el jerezano entabló una relación de amistad con un Juli que le invitó a incorporarse a su cuadrilla. Juntos han escrito una historia donde ambos se han ganado el respeto de aficionados y profesionales. Ahora, con el adiós de Julián, Álvaro ha tenido que buscarse su camino para seguir en la primera fila.
Lo hará de la mano de Alejandro Talavante, torero con el que su jefe de filas hizo tantas veces el paseíllo desde que este tomara la alternativa allá por el 2006. Una incorporación a la que se suma Javier Ambel, otro de los hombres de plata con mayor nombre en el escalafón, dos banderilleros que ocuparán el hueco dejado por Jesús Díez ‘Fini’ y Miguel Murillo.
Así, en la cuadrilla de Talavante proseguirán Simón Casas como apoderado, los picadores Manuel Cid y Miguel Ángel Muñoz, Manuel Izquierdo como el subalterno que faltaba tras los mencionados, Carlos Montaño como mozo de espadas y Jaime Zambrano como ayuda.