Muchas han sido las especulaciones sobre la posible vuelta de Enrique Ponce a los ruedos tras su sorprendente y repentina retirada en junio de 2021. Una rumorología que empezó a tomar cuerpo al finalizar la campaña de 2022, pero que ganó fuerza al comenzar este otoño en el que -de momento- no se ha movido ni un varal. Un cierto inmovilismo que chocaría frontalmente con la idea de unos empresarios que buscar mover el manzano para darle una vuelta de tuerca más a la programación de sus ferias.
Sevilla ya ha entablado las primeras conversaciones con José Antonio Morante de la Puebla para saber la idea que tiene respecto a la temporada venidera y cómo quiere plantear su 2024 en el coso del Baratillo. Las ganaderías deben cerrarse en las próximas fechas para darle oficialidad mediante la felicitación navideña que todos los años le manda la empresa Pagés a sus abonados. Los empresarios de Valencia y Madrid también se sentaron hace cuestión de días con el sevillano y su apoderado para tener una primera toma de contacto de cara al curso que está por llegar.
Pero no ha sido el único torero con el que Simón Casas y Rafael Garrido han entablado conversación. Dichos empresarios también han pulsado la opinión de un Enrique Ponce, que tendría clara su idea de temporada. Las conversaciones no han dejado de darse con fluidez, tomando estas tintes de oficialidad a comienzos de semana, cuando el empresario francés publicó una fotografía en las redes sociales, junto a su socio Rafael García Garrido y Juan Ruiz, apoderado de Ponce, en un encuentro que mantuvieron en un restaurante de Madrid.
La idea de Enrique Ponce, según avanzó este miércoles Zabala de la Serna en el periódico El Mundo, es “hacer una gira especial de adiós en 2024 con punto de partida en Nimes (Francia) a finales de mayo y recorrer las grandes y ferias del circuito taurino de un modo selectivo que hará de sus tardes acontecimientos”. El diestro de Chiva ocuparía el lugar dejado el pasado año por Julián López “El Juli”, espada que puso punto y final a esta primera estampa de su carrera el 1 de octubre en la Real Maestranza de Caballería de Sevilla.
Una temporada que comenzaría pasada la primera quincena del mes de mayo al ser el domingo 19 de dicho mes, Domingo de Pentecostés, fecha donde pivota la Feria taurina de Nimes. El primer aviso sobre la reaparición del valenciano en el Coliseo Romano de esta ciudad situada al sureste de Francia ya lo dio el propio Simón casas con una publicación en Instagram: “Siempre he sido admirador de Enrique Ponce, como torero y como persona. Sigo soñando… por ejemplo, que Enrique reaparezca en la temporada 2024 en la próxima feria de Nimes”.
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¿Qué ocurre con Ponce al comenzar su temporada bien avanzado el mes de mayo?
Al comenzar su temporada bien avanzado el mes de mayo queda descartada su comparecencia en cosos como Olivenza, Castellón, Valencia, Arlés, Sevilla, Jerez o Madrid, descartándose esta última no por fechas, sino por meter un puerto de categoría especial nada más reaparecer, algo del todo desaconsejable. Córdoba sería una de las plazas que quedaría en el aire, celebrando su Feria taurina en esas mismas fechas.
Una programación donde Madrid, Bilbao y Valencia tendrían todas las papeletas para contar con la presencia del valenciano a ser tres cosos donde ha pivotado la carrera del espada de Chiva. Tal y como se está programando su temporada, no acudiría a Las Ventas hasta el mes de octubre para trenzar el paseíllo en la Feria de Otoño. Tres cuartos de lo mismo pasa en Valencia, coso que debe cuidar con mimo la presencia de Enrique Ponce, dándole carácter de acontecimiento su vuelta al coso de la calle Xátiva. Al igual que hizo Madrid con el 12 de octubre, Valencia quiere hacer algo similar con el día 9, de ahí que la presencia de Enrique Ponce gane enteros en esa fecha.
Bilbao sería otra de las plazas que tendría en la cabeza un Enrique Ponce que quiere medir muy mucho las tardes donde se anuncie a lo largo de una temporada que será muy especial para él. La Semana Grande bilbaína sería una fecha perfecta para encarar su compromiso con una afición que lo siente como uno de los suyos. Un 2024 que tomaría velocidad de crucero durante el mes de agosto para llegar al mes de septiembre y octubre con un buen número de corridas a sus espaldas.
Un verano donde no sería descartable verlo en ruedos como Alicante, Burgos, Santander, El Puerto de Santa María, Pontevedra, Gijón, Málaga, Almería, Arlés en su corrida Goyesca, Murcia, Albacete, Valladolid, Salamanca… un abanico de plazas donde rara vez el valenciano ha fallado. Enrique quiere hacer una temporada a la altura de su carrera, esa que durante más de 30 años le ha llevado por los distintos ruedos a ambos lados del charco.
Pero ¿Y Sevilla? ¿Estará Ponce presente en el coso del Baratillo? Si hablamos de la Feria de Abril la respuesta es no, pero si miramos al mes de septiembre puede existir la posibilidad de verlo en la Feria de San Miguel. Esta no es una negociación que entrañe problemas para una empresa que, eso sí, debería cerrar su contratación antes de publicar los carteles. Al contrario que ocurre con Madrid o Valencia, Sevilla debe presentar toda la estructura de la temporada allá por febrero al ser toda la temporada un abono único.
Otra de las dudas radica en si estará presente en dos plazas en las que siempre fue un fijo, pero a las que por fecha tendría complicado acudir si realmente quiere decir adiós en Valencia el día de la Comunidad. Se trata de Zaragoza y Jaén, dos plazas que necesitan de las figuras para emprender ese vuelo que tuvieron antaño y que pretenden recuperar. El Pilar y San Lucas son dos ferias de gran recuerdo para el valenciano, pero que podrían verse afectadas si Enrique decide que su última tarde es en el ruedo de su tierra.