CAMPO BRAVO

La mujer que le ‘echa arrestos’ y cría sus toros de Santa Coloma en Sierra Morena: «Estamos pasándolo mal»


domingo 3 diciembre, 2023

n el termino municipal de Viches se encuentra una de las vacadas con mayor personalidad de la provincia de Jaén, la de El Añadío.

Añadio
Astado de El Añadío y la ganadera a la izquierda. © M. J. G.

Adentrarse por la provincia de Jaén es hacerlo en un territorio donde el toro bravo es el auténtico Rey. Su paisaje ondulado está salpicado de encinas, acebuches, lentiscos…y cubierto de pasto natural, en el que pastan unas 300 reses de lidia y caballos, que conviven con la fauna autóctona, como venados, jabalíes, zorros, perdices, liebres, linces … además de numerosas aves. Una finca de más de 400 hectáreas donde el ganado tiene la oportunidad de vivir en total libertad.

En el termino municipal de Viches se encuentra una de las vacadas con mayor personalidad de la provincia, una ganadería que lleva varios lustros luchando por mantener una procedencia Coquilla que se puede considerar en peligro de extinción. Aquí se esconde un tesoro genético de incalculable valor, una joya genética que su ganadera lleva puliendo desde hace años, esa que pese a todo su esfuerzo ha estado orillada y fuera de las ferias demasiado tiempo.

Vaca Añadio
Vaca en una imagen de archivo. © Pedro Ruiz

Un hierro que lidia prácticamente toda su camada en festejos menores, las novilladas se han convertido en su salvavidas ante un sistema que no da cancha a hierros de encastes, supuestamente menos apetecibles para aquellos que tienen la posibilidad de elegir. Con los años, su ganadera se dio cuenta que, para llegar al lugar que soñaba, no podía centrarse en los festejos mayores pese a tener un toro nada ofensivo y con unas hechuras que podían valer perfectamente para corridas de lujo en plazas de segunda y tercera, pero la realidad fue otra, teniendo que buscar su hueco en festejos menores.

Esos espadas que no apostaron -en su día- por sus animales en la plaza, si aceptaban encantados el poder tentar a las exigentes Coquillas de María Jesús Gualda en su coqueta plaza de tientas, algo que no es novedad y que también suele pasar en otras divisas con un tipo de toro diferente al que suelen matar en las ferias. El Añadío es una ganadería en clara progresión, con mimbres importantes para tomar responsabilidades mayores, nuevos retos que den un salto a un hierro en peligro de extinción por la sangre que cría.

Pese a todo ello, María Jesús no pierde la sonrisa ni la fe en su vacada, sabe lo que tiene y no se conforma con menos de lo que merece. Por eso lucha cada día por seguir dándole una vuelta de tuerca a un hierro que se ha convertido en un referente en turismo rural, una ganadería que le da la oportunidad al visitante de vivir muy cerca de los animales que la componen. La ganadería jiennense abre sus puertas a Cultoro para conocer el momento que vive una explotación ganadera que sigue comandando una ganadera luchadora pese a la difícil situación que están viviendo muchos ganaderos.

“Son momentos complicados, para qué vamos a negar la realidad” nos comentaba María Jesús Gualda. “La situación la estamos pasando como podemos. El campo lo tenemos fatal, porque aquí ha llovido muy poco; ahora está cayendo algo de bellota, y ahora hay un 30% de cosecha y se les está notando algo de mejora a los animales, pero es que llevamos siete meses mínimo echando a todo el ganado paja, incluso a las vacas”.

Astado Añadio
Astado de El Añadío. © Francisco Oliver

Una realidad que es constatable viendo la subida de los precios y la falta de lluvias en gran parte de la Península Ibérica: “Con el precio con los que se ha puesto todo es muy complicado cuadrar los números. Estamos pasándolo bastante mal. Es cierto que se nota alegría en el mercado, y esperamos que los precios se mejoren más, pero la situación que hay hoy en día no es nada halagüeña” nos comentaba una ganadera que quiere ni por asomo arrojar la toalla pese a tener grandes nubarrones sobre su cabeza.

Una ganadería que cuenta actualmente con unas 100 vacas de vientre y varios sementales, herrando una media de 80 animales por camada: “Aquí siempre nos movimos en torno a ese número de vacas, creo que para como está la situación es lo ideal. Sementales también tenemos unos cuantos, intentando siempre abrir líneas para evitar la consanguinidad. Aquí no hemos quitado ni sumado vacas de vientre en todos los años que llevamos con la ganadería”.

Semental El Añadio
El Añadío. © Instagram

Pero de esos sementales ya hay dos que desgraciadamente no van a poder cubrir más en la ganadería debido a una serie de peleas que dejaron en la lona a un par de ellos: “Desgraciadamente, son cosas que pasan dentro de una ganadería, no se pueden evitar porque tampoco podemos estar encima de ellos todos los días, es algo con lo que tenemos que convivir. Ahora toca mirar los libros e intentar meter alguno de sus hijos en la plaza”.

Dentro de una camada que no suele sobrepasar los 45-50 machos por año, María Jesús tiene muy claro el camino a tomar en un 2024 donde sueña con dar un pasito más tras muchos años de trabajo en la sombra: “Tengo unos cuantos toros para algún desafío, he dejado solamente eso. Tendré dos novilladas con caballos y otras dos sin caballos. Unos cinco festejos aproximadamente, considero que hay que ser sensato y saber el mercado que puede abarcar nuestra ganadería, de lo contrario estaríamos siendo irresponsables en la gestión de la misma” acababa exponiendo la ganadera jiennense.

Becerro Añadio
Una vaca de El Añadío con su becerro. © Instagram