CAMPO BRAVO

El ganadero José Manuel Sánchez Herrero narra cómo casi muere mientras corría sus toros: perdió 4 litros de sangre tras un salto de un caballo a un astado


domingo 12 febrero, 2023

El ganadero narró al canal de YouTube "Mi corazón es taurino" la impactante anécdota en la que casi pierde la vida por el salto que el caballo que montaba dio para evitar un encontronazo con un toro en su finca salmantina.

Sanchez Herrero
El ganadero José Sánchez Herrero, en una imagen de archivo en Las Ventas. © Plaza 1

Hay historias del campo bravo que realmente impactan. Y mucho. José Manuel Sánchez, ganadero del hierro salmantino de Sánchez Herrero -ubicado en la finca ‘Albarillo’, en El Bodón (Salamanca), de 400 hectáreas y conformado por 500 vacas mansas y 200 vacas bravas- ha narrado una de ellas al canal de YouTube MiCorazónEsTaurino.

En ésta explica cómo una tarde del mes de noviembre, mientras estaba corriendo los toros, los animales estaban «revolucionados» debido a peleas en las horas previas a ese acto, y el caballo en el que iba montado dio un salto para evitar un encontronazo con un toro; de la caída, el ganadero se rompió la pelvis y perdió hasta 4 litros de sangre mientras su hija lo llevaba al Hospital de Salamanca.

Así narra el ganadero el angustioso momento

«El día de Todos los Santos, nos juntamos toda la familia a comer y me dijo mi nieta: Abuelo, monta al caballo y corre los toros. Eso hice, y creo que se habían pegado aquella mañana», comienza explicando el ganadero. «Por el lado izquierdo tenía una pared de 400 metros de largo, y al derecho dos toros se me fueron al caballo nada más echar a correr. Por delante tenía doce o catorce toros que no me dejaban avanzar», describe en el vídeo el ganadero charro.

Iban «a todo gas; hasta con el bocao le iba dando a los toros de delante. Sabía que cuando llegaría a los 150 metros, si no me había salido, me asfixian», relata sobre lo ocurrido. El caballo «brincó a un toro de los de delante y como no me esperaba el salto, del golpe con la perilla de la montura me rompí la pelvis», explica. «Durante el poco rato que estuvimos se me abrió más de 10 centímetros la pelvis; entonces, mi hija cogió el coche y fuimos a Salamanca. Perdí casi 4 litros de sangre y los compañeros de mi hija dijeron que si hubiéramos tardado un poco más no lo hubiera contado. Arriba no estaba mi nombre en la lista», narra ya tranquilo José Manuel Sánchez Herrero.

La historia de la ganadería de Sánchez Herrero

La vacada de Sánchez Herrero ingresó en la Asociación de Ganaderías de Lidia en 1960; entonces, don Esteban Sánchez de Valverde, tras adquirir la ganadería de doña Carlota Aparicio, la formó con reses de origen Aldeanueva, procedencia Juan Pedro Domecq Díez. En 1999 pasó a los actuales propietarios, don Esteban y don Juan Sánchez Herrero. La ganadería Aldeanueva fue adquirida en 1979 por don Domingo Matías Bernardos, quien la formó con vacas y sementales comprados a doña María Antonia Fonseca, de procedencia Domecq Díez.

Sánchez cuenta la actual procedencia en el vídeo: «En el año 88 compramos vacas de Montalvo y las tuvimos tres años, pero no nos salieron las cosas como queríamos y entonces compré El Raboso. En el año 90 le compré 40 vacas a Matías Bernados y dos sementales. Dos años después, le compré la camada entera de eralas sin tentar y de ahí es de donde hemos sacado todo lo nuestro. Es puro Aldeanueva, porque era el que estaba antiguamente arriba, el que mataba Curro Romero, el Paula, etc».

Mientras muestran sus grandes toros, José Manuel describe cómo es el toro de la casa: «Este toro era muy grande y para estar rematado tenia que pesar 700 kg. A toda la gente y a los toreros les echa como un poquito para atrás. Por eso refresqué para bajarlo de peso y que se muevan un poco los toros y humillen». La filmación muestra una pelea de toros en el cercado mientras continúa hablando el protagonista: «Las cualidades son que humillen, que vayan bien por los dos pitones y que transmita mucho. Estos toros al final humillan mucho, responden muy bien y no se caen y trasmiten porque se mueven mucho, que es lo que queremos nosotros».