El siguiente vídeo está filmado en la ganadería extremeña de Cayetano Muñoz y muestra el momento en el que se corre a los toros cinqueños de la camada. Su ganadero, Carlos Muñoz, explica al programa Toros para Todos la diferencia entre los toros de cuatro y cinco años: «El toro cinqueño ya sabe lo que es ejercitarse en el campo, al tener un año más no hace falta enseñarle de que va esto, mientras que el de cuatro necesita de una preparación previa».
Pero hay uno de los toros que se las sabe todas, un ejemplar que no quiere correr y aprovecha cualquier resquicio para quitarse de en medio. En esta ocasión se salta una de las paredes de piedra que delimitan los cercados. Pero no existe el problema de que se haga daño en el salto, sino el de meterse en el cercado de los cuatreños; las peleas están garantizadas.
Los toros reciben con hostilidad al nuevo miembro del cerrado, el enfrentamiento se recrudece y se necesita toda la pericia de los hombres de campo para sacarlo de ahí. El animal se refugia en la parte más alta y escarpada del cerrado, allí donde él se sabe más poderoso. En esa zona controla a aquellos que quieren sacarlo. Ganadero y mayoral tienen que andar con sumo cuidado.
Tras unos minutos de tira y afloja consiguen sacar al animal de la zona donde se sentía más fuerte hasta llevarlo a una parte del cercano más cómodo para su manejo. Allí jugarán con las querencias, el toro tras tomará la cancela y volverá sin ningún tipo de problema a su cercado. Es importante que se encuentre la cancela abierta, de no ser así se volvería y tendrían que volver a empezar.
Pero hasta que tome la cancela hay que andarse con mucho ojo; el toro está enfadado y se arranca a todo lo que ve. Es cierto que ya anda separado de los otros toros, pero el peligro no acabó. Aprovechando esa querencia del toro hacia el caballo, el ganadero llevará al toro hacia el lugar que quiere. El objetivo, como dijimos, es que tome la cancela para volver al lugar donde no debió salir.
Otra faena más que pone de relieve los conocimientos de los hombres de campo. Las querencias son fundamentales, también el conocer el carácter de cada animal, así como sus posibles reacciones. El toro muchas veces es imprevisible y tozudo, pero el hombre de campo tienen que tener la inteligencia suficiente para conseguir que ese animal que le está poniendo en problemas acabe entrando en razón.