Diego Urdiales y Juan Ortega trenzaban, en la tarde de este 5 de febrero, el paseíllo en la segunda de la Feria de San Blas en Valdemorillo. Se lidiaba un encierro de José Vázquez.
Diego Urdiales, firme ante el díscolo primero
El primero de la tarde, Esquivo de 500 kilos, negro de capa y de José Vázquez, se llevó un buen recibo capotero de Diego Urdiales a pesar de la frialdad inicial del animal. No se empleó el astado en el caballo, saliendo suelto de cada puyazo, y dejando posteriormente buenos pares de banderillas la cuadrilla. Buen inicio de faena del riojano, imponiéndose al toro, domeñando la embestida del animal, que parecía embaucarse más en los tratos por el pitón derecho. No fue fácil, teniendo incluso peligro sordo -se le coló en varias ocasiones-. Dejó firmeza antes de abreviar y despenar al animal de media estocada tras pinchazo. Pitado el toro en el arrastre y silenciado el arnedano.
La eterna verónica de Ortega cala en el segundo
“Decisivo” llevaba de nombre el segundo de la tarde, negro de capa de 480 kilos. Enorme el recibo capotero en los medios de Juan Ortega, con lances a la verónica de manos bajas a ralentí. Una delicia alguna de ellas. Quitó con gusto Ortega por el mismo palo, llegando al tendido también en el brindis en los medios. Y basó en los naturales una faena en la que se gustó por momentos. Estocada entera un punto caída que le valió para ganarse la ovación del público.
El flojo tercero bis chafa el buen gusto y el empeño de Urdiales
El segundo del lote de Urdiales y tercero de la tarde, negro de capa y de nombre “Encantado”, fue devuelto ante su notable falta de fuerzas y ante las protestas del público. “Poderoso” de nombre fue el tercero bis, también de José Vázquez, negro de capa y 485 kilos de peso. De salida fue difícil y suelto, no dando lugar al lucimiento de Urdiales en el capote. Empeño puso el riojano en la faena de muleta, intentando robarle al flojo astado un par de buenas series con la derecha, reconocidas por el público pero sin calado final por la condición del toro. Estocada entera y descabello. Ovación al diestro y ligeros pitos en el arrastre al animal.
Oreja a la despaciosidad de Ortega ante el cuarto
“Nocturno” se llamaba el cuarto de la tarde, negro de capa al igual que sus hermanos y de 510 kg en la romana. Fue muy suelto de salida, no dando opción alguna al lucimiento con el capote del torero sevillano. Muy protestado fue, además, en el caballo. Buena tanda con la mano derecha dejó Juan Ortega, robándole momentos realmente bellos por ese lado. Por ese lado prosiguió su obra, alcanzando buenas cotas de despaciosidad y temple, siempre con la mano baja. El final de faena con pases ayudados rodilla en tierra cerró diez minutos de calado. Dos pinchazos y descabello evitaron el doble premio, que quedó en una oreja.
Urdiales, sin opciones también ante el imposible quinto
Por pies salió el quinto de la tarde, de nombre “Expresivo”, negro mulato de capa y 520 kg. Áspero el toro en el capote del riojano y muy suelto en banderillas, dificultando la labor de los de plata. Muy brusco el toro en el inicio de faena de muleta, donde Diego arañó lo poco bueno que tenía el astado. Faena venida a menos que hizo que Diego decidiese abreviar e ir a por la espada. No pudo hacer nada más. Pinchazo y silencio.
La torera faena de Ortega al sexto, premiada también con una oreja
“Fusilero”, el negro mulato que cerraba la tarde, de 500 kg de peso, era un animal con el que lo intentó Ortega, pero apenas dio opciones de lucimiento. Buen inicio de faena pegado a las tablas con ayudados a dos manos dejó en el prólogo muleteril. Toro difícil con el que Ortega le robó momentos de calidad y torería, especialmente a diestras. Selló algún natural suelto de bello trazo. Dejó una media estocada que hizo caer al toro después del descabello. Oreja tras fuerte petición.
FICHA DEL FESTEJO
Plaza de toros de La Candelaria, Valdemorillo, Madrid. Segunda de la feria de San Blas. Corrida de toros. Lleno.
Toros de José Vázquez, el tercero como bis. Díscolo e incierto el primero; noble a menos el segundo; flojo y a menos el tercero bis;
Diego Urdiales, silencio, ovación y silencio.
Juan Ortega, ovación, oreja y oreja.
FOTOGALERÍA: LUIS SÁNCHEZ OLMEDO
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