CAMPO BRAVO

El sueño ganadero de Álvaro Polo Sáiz y los toros que lidiará en 2023: esta es la importante procedencia de su hierro


martes 28 marzo, 2023

Conocemos en profundidad una de las ganaderías jóvenes del momento, un proyecto ganadero cimentado en la sangre Domecq Vía Marqués de Domecq, Miranda y Moreno —ahora Moreno Pérez-Tabernero— y Toros de El Torero.

Alvaro Polo
Uno de los toros de Polo Sáiz para esta temporada. © Pablo Ramos

En tierras de Guadalajara camina a paso lento un proyecto ganadero basado en el buen gusto, un lugar donde Álvaro Polo Sáiz combina sus dos pasiones: el toro bravo y el caballo. Tras comenzar su proyecto en otra finca ganadera, llegó el momento de echar raíces y llevarse todo el ganado a la finca La Pajera, en el término de Ciruelas (Guadalajara), un lugar donde sus animales han encontrado el cobijo que necesitaban gracias a las virtudes de esta finca ganadera.

Un proyecto cimentado en un tipo de toro muy definido, ese que tuviese esas virtudes que Álvaro buscaba y que le llenaban como aficionado. Aquí las prisas no fueron de la mano de un ganadero que sabía que aquello que comprase tenía que ser algo especial y diferente al resto. Pese a ser un admirador de Álvaro Núñez, no fue a él a quien le compró ganado, sino a otras familias de reconocido prestigio en la baja Andalucía.

Un hombre joven que tiene las ideas muy claras, sabe lo que quiere y hacia el lugar donde quiere llevar este proyecto ganadero. Amigo íntimo del añorado Iván Fandiño, ahora es Ginés Marín quien ha recogido el testigo del torero de Orduña. El jerezano —afincado desde su más tierna infancia en Olivenza— es el torero de la casa, un espada en el que confía ciegamente Álvaro a la hora de tentar sus animales.

Por eso queríamos hablar con él, conocer de su boca esta historia ganadera, hacia donde va el proyecto y que sueña a medio y corto plazo. Hablar con él es hacerlo con un apasionado de la embestida del toro y de los matices de la misma. Un ganadero que se conoce cada animal de la casa, las reatas de las que procede y aquello que puede hacer en la plaza. Un joven intuitivo, apasionado de la clase y la entrega, pero también consciente que los pequeños detalles son los que hacen grande una embestida.

Las procedencias de los toros de Álvaro Polo Sáiz

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Otro toro de Polo Sáiz para esta temporada. © Pablo Ramos

Hoy conocemos el sueño ganadero de Álvaro Polo Sáiz, que está compuesto por varias de las líneas más contrastadas de la sangre Domecq, un encaste predominante en el campo bravo, pero muy moldeable según aquello que busca cada ganadero. ‘Magnolia’ y ‘Largamira’ son dos de sus sementales estrella, esos que le hicieron crecer a pasos agigantados y poner los cimientos de un proyecto muy ambicioso pero que nunca le hizo levantar los pies del suelo.

Al igual que los sementales, aquí las vacas son pieza fundamental en el día a día de la ganadería, por eso Álvaro cuida con mimo a vacas como ‘Embridada’ 414 o ‘Carcelera’ 255, esta última una de las hembras con más futuro de la casa. También está ‘Granadillita’, hija del 29 ‘Camuchillo’ de Miranda y Moreno, o ‘Jarana’ 754, hija del famoso 55 ‘Carruaje’. De las múltiples reproductoras que hicieron la ganadería ya no está entre ellas ‘Largamira’ 14, una vaca que ha dejado dos hijos y un nieto (vía materna) como sementales de la casa, sin duda uno de los animales que siempre estará presente en esta vacada.

Un proyecto ganadero que comenzó en 2009

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Becerro de Polo Sáiz . © Pablo Ramos

Hablar con Álvaro es hacerlo con un apasionado del toro bravo, un ganadero que sabe la joya que tiene entre sus manos: «Este proyecto comenzó en 2009 con la compra de vacas al Marqués de Domecq, cuando estaba la ganadería en disolución. Posteriormente, añadimos vacas y sementales de Miranda y Moreno —actualmente bajo el nombre de Moreno Pérez-Tabernero— y también de El Torero, al fin y al cabo todo es línea Domecq y Díez por distintas vertientes».

Pero ahora tocaba hablar de 2023 y de los retos que le vienen por delante a un ganadero que ya va notando la presión por parte de los aficionados, los cuales tienen puestas sus miras en una vacada que cada tarde va dando pasos de más más en pos de la consolidación de un hierro joven pero con mucho futuro: «Este año hay disponible una corrida de toros que está vendida, pero aún no se puede decir el destino hasta que no lo haga oficial la empresa, así como algunos erales que irán saliendo en verano».

Una corrida que tiene muy ilusionado a un ganadero que ha conseguido reunir en un cercado a ese tipo de toro que él sueña como ganadero, una serie de animales que son el fiel reflejo de aquello que busca: «La corrida de toros es variada de pelajes, muy en la línea de la casa. Son toros armónicos y con las manos cortas; sin duda el tipo de toro que yo quiero lidiar como ganadero ya que las hechuras son básicas para que el toro pueda sacar aquello que lleva dentro».

Álvaro tiene a esos animales metidos en la cabeza, ha conseguido moldear un toro que invite a torear y que además proviene de varias de las reatas más consolidadas de la casa: «Esta es la línea que queremos marcar para el futuro, un tipo de toro con esa expresión, con una conformación de pitón que es la que nos gusta, porque la mayoría de los animales recogen la cara«, nos comentaba un ganadero que aún no sabía el destino dicha corrida de toros.

Una vacada joven que quiere ir dando los pasos correctos para su consolidación

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Entrada a la finca de de Polo Sáiz. © Pablo Ramo

La de Álvaro Polo Sáiz es una vacada joven que quiere ir dando los pasos correctos para su consolidación, por ello, va aumentando su hato de vacas según lo exige el guion, es decir, si el comportamiento de los animales es el que tiene el ganadero en la cabeza tendrán la oportunidad de quedarse como madres de la ganadería, de lo contrario su destino será el matadero. Pese a ello, siempre hay alguna que tiene la oportunidad de quedarse —a modo de prueba— si se le han visto cosas puntuales que pueden hacer evolucionar a la ganadería: «Aquí hay actualmente 92 vacas de vientre y para los próximos años pensamos seguir de la misma línea».

Una ganadería que sabe que aquí las prisas son malas compañeras de viaje, de ahí que el camino ya esté trazado para los próximos años: «Nuestra idea es tener una corrida de toros y unos 12 erales disponible para la venta, creo que de momento es el mercado que podemos abarcar, ya más adelante Dios dirá».

FOTOGALERÍA: PABLO RAMOS