ANÉCDOTAS

El ‘brindis envenenado’ de Miguel Ángel Perera a un policía en Valencia que horas antes lo había expulsado del callejón


sábado 4 marzo, 2023

El diestro extremeño Miguel Ángel Perera fue el protagonista de una curiosa y graciosa historia que se hizo viral tras ser recordada en redes sociales hace unas semanas.

Perera
Miguel Ángel Perera. © Plaza 1

La historia del toreo se escribe en torno a lo que sucede cada tarde en el ruedo. Toro y torero brindan un espectáculo único en el que la gloria y el drama pasean de la mano. Pero la tauromaquia va más allá y la Fiesta no sería fiesta sin multitud de curiosidades y anécdotas que giran a su alrededor. Unas son simples chascarrillos que no pasan de ahí, pero otras trascienden llegando a cobrar notoriedad por el trasfondo de las mismas. De aventuras rocambolescas a manías, rarezas, dimes y diretes, secretos… todo ello para darle algo de salsa a la fiesta de los toros.

Una novillada para jorobados en Jerez de la Frontera

Plaza De Toros De Jerez
Plaza de toros de Jerez la Frontera.

Una de esas anécdotas que aún se recuerdan por la ciudad jerezana es la que tenía que ver con una novillada donde sus integrantes eran jorobados. Un festejo que según nos cuentan los compañeros de Diario de Jerez tuvo la siguiente historia, esa muchos de nuestros lectores no habrán conocido hasta el día de hoy, esa que nos retrotrae al siglo XIX, una época donde el toreo no vivía los ataques de hoy en día.

“Gracia de la buena, fue la ocurrencia de celebrar, en la plaza de toros de Jerez, el 25 de septiembre de 1859, una novillada con toreros jorobados. El primer espada se llamaba Juan Román, conocido por “el de los Gallos”; y el segundo espada, Juan Antonio Vega, jorobado, de Sevilla. Los picadores no se sabe si eran jorobados, pero si lo eran todos los miembros de a pie de las respectivas cuadrillas, uno de los cuales, llamado Juan Basto que, a imitación de Antonio Carmona “El Gordito”, pondría banderillas sentado en una silla, según se anunciaba en el cartel del referido festejo”.

“Pero otra original atracción que ofrecía este espectáculo es que, en el encierro que se celebraría a las seis de la mañana, otro torero llamado Manuel Recio, conocido por “El Terrible”, que no sabemos si también era jorobado, pero que presumía de tener una fuerza hercúlea, cogería al toro por los cuernos, y, por la tarde, pondría al primer becerro una moña con el pie, en la frente del astado, estando tendido en la arena, ante la puerta del toril; y posteriormente, al cuarto de la tarde lo rejonearía hincado de rodillas, cogiéndolo también por los cuernos”.

Perera y su brindis a un policía en el callejón de Valencia

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Miguel Ángel Perera. © Info MA Perera

Pero hoy queremos centrarnos en otra anécdota que ocurrió en la plaza de toros de Valencia hace varios años y que tiene a Miguel Ángel Perera y a un policía nacional como protagonista. Ésta fue recogida en su cuenta de Twitter Paco Ruiz, actual apoderado del matador de toros Tomás Angulo, quien explicó con sus propias palabras aquello que había ocurrido hace varias lustros en la plaza de toros levantina.

«Perera, en su primera tarde de matador en Valencia, brindó a un policía vestido de paisano que, el año anterior, le echó de malas maneras del callejón, habiendo toreado allí esa misma mañana como novillero. Sin micros delante, me consta algo así: “Si tiene usted lo que hay que tener, me echa hoy también de aquí”. Seguidamente, el matador extremeño desorejó a su oponente poniendo los tendidos de la plaza de la calle Játiva boca abajo. ¡Eso es un brindis de torero! ¡Y de un torero!«.