CAMPO BRAVO

La ‘revitalización’ del hierro bravo de Monte la Ermita tras comprar 500 animales a El Ventorrillo


martes 7 marzo, 2023

Nos adentramos en la finca brava de la familia San Román para conocer los toros que se lidiarán esta temporada y la historia del hierro de Monte la Ermita.

Monte La Ermita
Un toro de Monte la Ermita. © Pablo Ramos

Torrestrella, Jandilla y Juan Pedro Domecq son las tres ramas que componen la ganadería madrileña de Monte la Ermita, un proyecto que comenzó en 2013 tras la compra de la ganadería de Carmen Segovia por parte de la empresa Monte la Ermita 2013. Un proyecto que tiene su cuartel general en dos fincas, una en la provincia de Madrid y la otra en Ávila. Allí desde hace 10 años se trabaja en silencio para conseguir llegar a las cotas que se habían marcado.

Hoy queremos hablar con una de las cabezas visibles de este incipiente proyecto ganadero, conocer de primera mano el proyecto ganadero de la casa, su tipo de toro, lo que busca en la selección, así como las expectativas de una temporada 2023 que se presenta ilusionante. Nos adentramos en la finca ‘Monte la Ermita’ un paraíso para el toro bravo enclavado en Villamantilla. Aquí hace tiempo que se dejó atrás la sangre Atanasio para dar entrada a varias ramas del encaste Domecq.

Nos sentamos con Félix San Román, ganadero de Monte la Ermita, un joven que pese a su corta edad tiene el toro y las embestidas que sueña en la cabeza. Muy activo en redes sociales nos enseña el día a día de la vacada, ese en el que la prueba de selección es básica para el buen devenir de la vacada. Este es un sueño ligado a la familia, todos ponen de su parte, aquí no valen las medias tintas, hay que ir a pecho descubierto.

Toro Monte
Otro toro de Monte la Ermita para esta temporada. © Pablo Ramos

«La ganadería se divide en dos fincas: este año tenemos los toros en Monte la Ermita, pero normalmente teníamos las vacas de vientre y los sementales en este lugar, y una vez que se hace el herradero, se suben los machos a El Alamillo, la finca en Ávila, y desde ahí se lidian. La finca de Madrid es más cálida. Ahora mismo solamente tenemos de machos en Madrid dos corridas de toros, y el resto está en Ávila«, nos comentaba en relación a la organización de la ganadería.

Una ganadería que no tiene una camada muy extensa para este año, hay que ir paso a paso hasta asentar el proyecto: «En total, tenemos dos corridas -tres toros de la Copa Chenel, otro toro para una concurso en Madrid y otro encierro que no sabemos dónde irá-, cinco novilladas con caballos y, sin caballos, tres. Es una camada muy amplia, aunque este año lidiaremos menos que el año pasado, ya que del otro hierro -Antonio San Román- solamente tenemos una sin caballos».

Una ganadería que recientemente ha introducido nueva simiente para ampliar genética y dar un salto de calidad: “Es la “resurrección” del hierro de Monte la Ermita: antes de la pandemia estábamos en las 120 vacas, y durante la pandemia hemos comprado varias cosas, nos trajimos en torno a 500 animales de El Ventorrillo, y ahora estamos en unas 220 vacas de vientre, creo que es el número idóneo para tener abierta la ganadería”.

Una compra que sorprendió a muchos aficionados, tanto por el número de animales como por ser una divisa importante en el campo bravo: «En total, fueron 500 animales. Vinieron unas 250 vacas y 250 machos. Fue la venta más grande de Fidel San Román a un ganadero. Nos trajimos de todo: erales, eralas y añojos».

Monte Ermita
Otro toro de Monte la Ermita. © Pablo Ramos

Una ganadería que con estas compras da un salto de gigante en el número de cabezas de ganado y que potencia con estas adquisiciones la procedencia que tenía antes este hierro: «La base de todo esto fue la ganadería de Carmen Segovia, que fue lo primero que compramos. Luego le añadimos 50 vacas y seis machos de Ángel Luis Peña vía Jandilla, más tarde se le añadió una parte de Jandilla pura, y la última adquisición fueron estos 500 animales».

Una idea de toro en la cabeza, un tipo de toro bien definido tanto en fenotipo como en genotipo, ese es el camino: «Una de las principales virtudes en un toro, para nosotros, es la entrega. Luego hay muchos condicionantes en cuanto a clase, duración, forma de embestir… pero la entrega es fundamental. Queremos que sea un toro que dure, que humille, noble, que tenga recorrido, que transmita… un montón de variables. Pero hay unos parámetros básicos como la entrega y la duración».

Ahora que se están asentando las bases de la ganadería, el objetivo de cara a medio plazo cambia: «Queremos lidiar entre cuatro y cinco corridas en los próximos años y posicionarnos en las ferias. Las cosas van saliendo bien, la selección está dando sus frutos, creo que lo que hay en casa tiene mimbres para funcionar, ojalá salga todo bien y podamos cumplir ese sueño».

FOTOGALERÍA: PABLO RAMOS