CAMPO BRAVO

Un toro de Jara del Retamar se ‘lanza’ contra un trabajador que iba en la parte trasera de una pickup


martes 18 abril, 2023

Un toro de la divisa cacereña pone en serios aprietos a dos de los trabajadores de la ganadería, que tiene goterones del mítico encaste Martínez y también de la célebre casta Jijona.

Jara Retamar
Un toro de Jara de Retamar y, a la derecha, el animal arrancándose. © Francisco José Díaz

El toro bravo en el campo es un animal imprevisible, y eso lo saben bien los ganaderos y mayorales que tienen que bregar con ellos todos los días. Una de esas ganaderías con una sangre muy particular es la cacereña de Jara del Retamar, un hierro que perteneció a Fernando Silva, procedente de la Casta Jijona. Este es un encaste que está en peligro de extinción y que únicamente tienen en pureza unos pocos ganaderos.

En la finca Zagalvientillo pastan los toros de esta histórica sangre, un tipo de animal diferente al resto por su llamativo pelaje y por una genética de incalculable valor. Es un animal de sangre caliente, un tipo de toro con una expresión que infunde respeto, ese que no le pierden aquellos que cada día andan por estos pagos bregando con unas reses que ya eran lidiadas en las ferias más importantes del panorama taurino allá por finales del siglo XIX.

Vicente Martínez adquirió en septiembre de 1852 la divisa de Los Fuentes, la cual pertenecía al ganadero Julián de Fuentes, lo hizo cambiando el hierro por una “M” que hacía referencia a su apellido, el cual actualmente pertenece a la ganadería de Antonio Arribas Sancho.​ En 1875 quiso renovar la sangre de la vacada comprando el semental de nombre “Español” perteneciente a la ganadería Concha y Sierra, de puro origen Vazqueño.

En 1925 la vacada fue dividida entre los tres nietos del fundador y una de las partes perteneciente a Juan Fernández Martínez fue comprada por Antonio Pérez de San Fernando y la puso el nombre de su mujer María Montalvo, posteriormente denominada Montalvo, la cual pertenece a día de hoy a Juan Ignacio Pérez-Tabernero.​

En los años 80 Fernando Silva, creador de la ganadería, compra una punta de vacas de la ganadería ya extinguida de La Barrera, en el mismo año decide crear un nuevo hierro, denominado Jara del Retamar, para separar ambos encastes y en dicho hierro únicamente mantiene lo procedente de José Ortega. En 2013, tras la muerte de Fernando Silva, la ganadería pasa a manos de su hija Verónica Estévez Silva.

Buceando por Internet dimos con un espectacular vídeo subido a YouTube por Viti Tauro, en el que se ve la explosiva arrancada de un imponente animal de esta ganadería hacia el remolque donde se encontraba uno de los trabajadores de esta ganadería extremeña. El toro está en el cerrado junto a sus compañeros de camada y a varios becerritos más pequeños. Existe un gran peligro para el mayoral, ya que el toro está en batalla y no hay forma de tranquilizarlo.

Una vez que el toro se queda solo es imprevisible, está enfadado y se puede arrancar en cualquier momento, por lo que es imprescindible mantener la distancia y no perderle la cara. El animal pese a tomar cierta distancia no pierde ojo del remolque, lo tiene en su radar y es en el momento más inesperado cuando se arranca como un cohete hacia él teniendo que tumbarse en la base del remolque para que el animal no arremeta contra el mismo.

Otro compañero lo llama desde la otra parte del amplio cerrado para que no siga encelado con el remolque. El toro sigue muy inquieto, anda enfadado y en este momento se ha convertido en un animal extremadamente peligroso. Debajo de gran árbol espera la llegada de sus hermanos, esos que lo tranquilizarán en un momento de gran tensión para todos los presentes. Afortunadamente, todo quedó en un susto, no pasando este a mayores.