Hablar de Jandilla es hacerlo de una de las ganaderías más importantes de nuestra cabaña brava, un hierro que durante muchos años pastó en la finca que le dio nombre y que desde la entrada del nuevo siglo tiene su base en tierras extremeñas de Mérida y Llerena, enclaves donde se dan cita un gran número de animales. El hierro de la estrella fue creado en 1943 por las hermanas doña Serafina y doña Enriqueta Moreno de la Cova con reses procedentes de las ganaderías de sus padres de origen Saltillo.
En 1970 fue comprado por don Juan Pedro Domecq y Díez, el cual le dio la procedencia que tiene actualmente. Tras la muerte de Borja Domecq Solís hace dos años, el proyecto ganadero recayó en su hijo del mismo nombre, quien sabe de la responsabilidad de llevar un hierro de tanto prestigio, pero el cual es consciente del privilegio que supone llevar los designios de una ganadería tan importante y con tantos vínculos hacia su familia.
La divisa azul se ha convertido en un referente prácticamente desde su creación en los años 70, primero de la mano de Fernando Domecq y luego de su hermano Borja, siendo llevada actualmente por el hijo de este tras su fallecimiento. Un proyecto ganadero que tiene en el horizonte plazas como Sevilla, Jerez de la Frontera o Madrid, tres cosos que forman parte de la historia de una vacada que pese a los vaivenes nunca perdió el norte.
Por todo ello queríamos conocer de primera mano como es el toro de Jandilla en el campo, su día a día, la camada para este 2023, ese en el que el hierro de las cinco puntas tiene compromisos de gran responsabilidad. 2022 fue un año muy positivo para este hierro extremeño, ahora toca afrontar 2023 con la misma ilusión, con la confianza puesta en unos animales que —sobre el papel— deben dar un resultado importante en el ruedo. Nombres como los de El Juli, Manzanares, Roca Rey o Pablo Aguado se han apuntado a este hierro, algo tendrá el agua cuando la bendicen.
«Es una camada muy parecida a la de todos los años. Habrá once corridas de toros, y novilladas con caballos, no sabemos si sacaremos alguna», nos comentaba Borja Domecq. «Ya lidiamos una corrida en Arles y antes en Valencia el pasado 18 de marzo, donde hubo toros que me gustaron. Me hace especial ilusión lidiar en Jerez, que al final es mi casa. El resto, muy parecido Istres, Dax, Sevilla, Madrid, Pamplona… creo que son plazas donde cualquier ganadero querría estar».
La de Jandilla es ganadería larga, por ello, para mantener la regularidad es importante tener una buena base de vacas y un volumen de sementales acorde al número de reproductoras: «Hoy en día tenemos unas 400 de vientre, en este tiempo hemos reducido en torno a un 20% aproximadamente para amoldarnos a la situación actual», nos comentaba Borja Domecq.
FOTOGALERÍA: José Joaquín Diago
