EL TORO DE LA MERIENDA

Sobre la Copa Chenel: un nombre final no puede empañar la batalla previa


miércoles 19 abril, 2023

A la idea de la Chenel, brillantemente ejecutada esta edición le falta el broche de qué hacer con aquellos toreros que pasarán al desafío final y no lo ganarán.

Talavante Ventas
Detalle de un quite en Las Ventas. © Alfredo Arévalo - Plaza 1

El toreo no son matemáticas. Por mucho que se empeñen en convertirlo así. Que se lo pregunten entonces a El Fandi, que por premios debería ser el primer torero de todas las Ferias y pliegos, y la realidad ni se acerca a ello. Y por entrega y actitud. Y por espada. Y hasta por capote, porque es uno de los que mejor templa la seda.

La Copa Chenel, que pondera de forma matemática el arte, ha dado especialmente en sus últimas dos ediciones frutos y muy buenos. Pero la brillantez y el premio para un finalista no debería empañar el esfuerzo de aquellos matadores que llegan a las ‘semis’ simplemente porque el penalti del sorteo en las dos últimas corridas del ciclo -que en este caso serán en Alalpardo y Colmenar Viejo allá por el mes de junio- les haya jugado una mala pasada.

El sacrificio por conseguir la gloria ya tuvo su cierta ‘recompensa’ el pasado año con un Ángel Sánchez que vio reconocido su esfuerzo en esta ‘liguilla’ con la corrida del 15 de agosto en Madrid; el triunfador, Francisco de Manuel, tuvo un cartel de campanillas en La Hispanidad y un triunfo tan rotundo como la mala gestión de éste está siendo durante estos meses.

Y aunque no ralle el premio de esta edición la nivel del de Sánchez por la Paloma, sí que los tres finalistas de este año deben tener un hueco en plazas de importancia de la Comunidad de Madrid a lo largo de la temporada -e incluso de las Ferias del país-. Por justicia y porque un penalti lanzado a las 12 de la mañana no les puede condenar a quedarse en el ostracismo del olvido después de lo batallado hasta conseguir erigirse en el final de esta pugna.

A la idea de la Chenel, brillantemente ejecutada esta edición -con lo difícil que es baremar matemáticamente el arte-, le falta el broche de qué hacer con aquellos toreros que pasarán al desafío final y no lo ganarán. Merecen un hueco más, aunque no sea con brillantina y en la Hispanidad.