EL EXILIO INTERIOR

Picasso, Málaga, Arles: los toros como vínculo


domingo 9 abril, 2023

En Málaga nació el genio y, cuentan las crónicas, en La Malagueta, Juan Ortega por nombre y nacido en Triana, paró los relojes hasta el próximo cambio horario

Malaga
Foto: Arjona - Lances de Futuro

Ayer, 8 de abril, medio siglo después de su muerte, una ciudad española, en la que nació, recordaba a Picasso con una corrida de toros,  ya instaurada anualmente en su homenaje. A la misma hora en una ciudad francesa, en la que vivió parte de su exilio y en la que viendo toros en su Anfiteatro romano aplacó su nostalgia española, un torero peruano asentaba sus reales en la arena y salía a hombros.

Un invisible hilo conductor, la tauromaquia, unía a Málaga y Arles. Y viceversa.

En Málaga nació el genio y, cuentan las crónicas, en La Malagueta, Juan Ortega por nombre y nacido en Triana, paró los relojes hasta el próximo cambio horario, allá por el otoño.

A la misma hora y a 1400 kms de distancia, Roca Rey, peruano, llevaba al éxtasis al público que abarrotaba las milenarias piedras, esas mismas en la que Pablo Ruiz compartía tardes de toros con Luis Miguel, Cocteau y Jacqueline, antes de celebrar los toros y la vida en la noche de la ciudad en fiestas jaleando, a Manitas de Plata.

Dos toreros, Ortega y Roca, tan dispares, pero que convocan a la pasión desatada e inexplicable de la belleza convulsa del toreo.

Picasso pintó toros, toreros, picadores, mujeres arlesianas… Su obra se perpetúa en los Museos ( el de Málaga, como otros en distintas ciudades, lleva su nombre). El toreo, arte efímero del vuelo, permanece en la memoria del alma.