Unas horas antes de la celebración de cualquier festejo taurino se realiza el sorteo, una liturgia que determina los animales que lidiará cada jefe de filas (torero, novillero o rejoneador) esa misma tarde en la plaza de toros de turno. Tras ello se procede a lo que en la temática taurina se denomina el apartado de las reses, algo que no siempre está a la mano del aficionado. Dicho apartado es simple y llanamente «la operación de separar los toros en los corrales para posteriormente introducirlos en su chiquero correspondiente hasta la hora de su lidia».
Tanto en el sorteo como en el apartado siempre está presente el presidente de turno, es decir, el que —horas más tardes— estará sentado en el palco para presidir el festejo anunciado. Un acto cargado de simbolismo en el que también estarán presentes representantes de la autoridad, la empresa organizadora del festejo, los ganaderos, los apoderados, los subalternos y, por supuesto, y como elemento indispensable el aficionado, ese que es el encargado de sustentar el espectáculo.
Un aficionado que desde el pasado otoño ha visto cómo su asistencia al apartado en la plaza de toros de Las Ventas pasaba de tener un coste de 1 € a ser gratuito. El nuevo pliego así lo reflejaba, teniendo únicamente que acudir a la taquilla de la plaza esa misma mañana para conseguir una invitación para dicho apartado.
El origen del sorteo en los toros
Pero, ¿cuál es el sentido originario del apartado? Pues ni más ni menos que evitar que primasen los intereses particulares de los ganaderos a la hora de la asignación de las reses a los matadores, de ahí que pasara a estar presente la autoridad para combatir ese conflicto de intereses.
Hay que recordar que hasta finales del siglo XIX eran los ganaderos los que elegían el orden de los toros, no siendo los toreros muy partidarios de este sistema. De aquí viene el dicho «no hay quinto malo», ya que solían dejar para este lugar el toro que, a su juicio, era el mejor. Todo para mantener el interés del público hasta el final del festejo. Sería ‘Cuchares’ el primero en alzar tímidamente la voz, pero en la tauromaquia de esa época resultaba impensable que se cambiara la forma de sortear los toros. Sería la plaza de toros San Sebastián la primera donde se realizaría el sorteo de las reses, como vemos hoy en día. Todo fue por exigencia de Mazzantini, figura de la época.
Concretamente, sería en 1896, casi rozando la entrada en el siglo XX, cuando se puso la primera piedra para un cambio que se consolidaría tres años después tras la retirada de ‘Guerrita’, un torero que era ferviente partidario de seguir como hasta ahora. Hay que recordar qué simple deseo de lucimiento del ganadero podía llevarles a adjudicar los toros que mejores garantías ofrecían a los mejores toreros. En perjuicio, claro, del torero más novato o menos hábil. Así, los dos toros mayores serían lidiados por los más veteranos “aliviándose, como es justo, al más moderno”.
Por todo ello, tras este cambio se empezó a llevar a la práctica el citado apartado, una forma ideal para que el aficionado pudiera conocer de primera mano los toros que se iban a lidiar esa tarde en dicha plaza de toros. De los pocos cosos donde se sigue manteniendo esa tradición —en España— destacan tres plazas por encima de todas: Madrid, Pamplona y Bilbao. Hoy en día, a través de la megafonía se da a conocer a los allí presentes el nombre, número, peso, guarismo y pelaje del animal, así como el torero al que le corresponde su lidia y muerte y el lugar que ocupará esa tarde.
@plazalasventas 📣Podrás disfrutar del apartado todos los días de festejo a las 12:00. Pero antes, tendrás que retirar tu entrada gratuita en taquillas a las 10:00😎 #madrid #lasventas #apartado #toros #sanisidro #cultura #tradicion #parati ♬ Cravin’ – Stileto & Kendyle Paige
