CAMPO BRAVO

Desaparece el hierro de Hoyo de la Gitana


jueves 11 mayo, 2023

La ganadería vuelve a sus raíces al perder el mítico nombre de "Hoyo de la Gitana" y recuperar el hierro y la divisa original de D Ignacio Pérez-Tabernero, anunciándose nuevamente a nombre de sus hijos. El último festejo a nombre del antiguo hierro será el 21 de mayo en Alès (Francia).

Hoyo De La Gitana
Un toro de Hoyo de la Gitana para Alès. © H. G.

En los tiempos de esplendor del campo charro, cuando se hacían populares cantares a personajes tan ilustres como Pilarín Coquilla, se forjó una de las tres variantes de la estirpe Santa Coloma. Pero en tierras charras otros ganaderos también apostaron por la sangre, esos que buscaron simiente para poner en marcha sus proyectos ganaderos. Ese fue el caso de Ignacio Pérez-Tabernero Sánchez, hijo del prestigioso criador Alipio y nieto de Fernando Pérez-Tabernero.

Una saga de ganaderos que dio comienzo en gracias al paso dado por Fernando Pérez-Tabernero allá por el siglo XIX, un ganadero que unió los apellidos Pérez-Tabernero bajo un guion, el cual le inculcaría su amor por el toro bravo a sus hijos Graciliano, Argimiro, Antonio y Alipio, varios de los cuales se convirtieron en ganaderos de gran relevancia tanto en el campo charro como en el mundo del toro.

La historia de Hoyo de la Gitana

Ya en 1958, Alipio empieza a dividir entre sus hijos la ganadería que había formado en 1924 con animales de la rama santacolomeña de su hermano Graciliano, el cual en 1920 había adquirido animales de El Conde de Santa Coloma, línea ibarreña, pero con importantes porciones de Saltillo. Sería ese mismo año cuando Ignacio Pérez-Tabernero Sánchez, hijo del prestigioso criador y padre de los actuales propietarios de la ganadería, empieza a formar su ganadería con vacas y un semental llamado “Guarrito”.

Ya en 1962 debutaría como ganadero en plazas de España y Francia, manteniendo la más estricta pureza y fidelidad por el encaste, ese que sigue en la actualidad liderado por sus tres hijos: Ignacio, Joaquín y Fernando Pérez-Tabernero Silos, los cuales tomaron las riendas de la ganadería tras el fallecimiento de su padre en el año 1992. Años atrás, concretamente en 1967, se decide refrescar la vacada con el semental “Fuentecillo” de D. Joaquín Buendía (puro encaste de Santa Coloma), en el momento cumbre de esta ganadería.

En el año 2000 deja de anunciarse la ganadería como “Hijos de D Ignacio Pérez-Tabernero” y pasa a denominarse como Hoyo de la Gitana —nombre que proviene de la Finca que poseen estos hermanos en tierras salmantinas— cambiando el hierro y la divisa por el que actualmente utilizan. A lo largo de su historia reciente han vivido temporadas más intensas, y otras de perfil bajo, debido a la subida del volumen del toro y a las modas imperantes en un circuito que orilló a determinadas ganaderías por salirse de ese tipo de toro que se iba buscando.

Han pasado los últimos años de transición, más si cabe tras una pandemia que golpeó con fuerza a muchos ganaderos, los cuales han sabido sobrevivir gracias a su pasión por el toro bravo y su respeto hacia un legado heredado de sus mayores. Un tipo de toro que con los años ha conseguido conjugar el trapío con el comportamiento, ese que siempre se basa en la buena clase, en un tipo de toro encastado que permita perfectamente hacer el toreo de hoy, pro siempre con la personalidad de Santa Coloma.

Un camino que se termina el próximo 21 de mayo para el hierro de «Hoyo de la Gitana«, un hierro que durante los últimos 23 años ha dado continuidad al proyecto ganadero familiar. Pero aquí no se acaba la andadura ganadera de la familia, simplemente vuelven la mirada al pasado para recuperar el nombre de la ganadería original, así como su hierro y su divisa. Un cambio que anunciaron a través de sus redes sociales el pasado 5 de mayo.

«El próximo 21 de mayo en la plaza francesa de Ales se anunciará por última vez el nombre “Hoyo de la Gitana”, esta ganadería pasará a denominarse “Hijos de D Ignacio Pérez-Tabernero» con el hierro antiguo de esta casa; volvemos a nuestro sentido natural, a nuestros comienzos«, señalaba en redes sociales la ganadería. Ahora queda por saber qué pasa con el nombre, el hierro y la divisa de Hoyo de la Gitana, si se quedará vacío o se usará para otras labores como hacen en distintas casas ganaderas.