ENTREVISTA

El primer apoderado de José Tomás y el mítico ‘hombre’ de Ponce sorprenden con un nuevo joven: «Sueño con ser figura»


jueves 25 mayo, 2023

Hablamos con el joven novillero valenciano Nek Romero que tiene ilusionado a una afición que cuanta los días para volver a verle en una plaza donde ya triunfó las pasadas Fallas.

Nek Romero
Nek Romero. © Luis Sánchez Olmedo

La Comunidad Valenciana, y concretamente Valencia, ha sido siempre una tierra con grandes toreros, un lugar donde dichos espadas pudieron cumplir el sueño de tomar la alternativa y convertirse en figuras del toreo. Pero esta tierra también supo darle su sitio a espadas de otras zonas de España, sin ir más lejos toreros sevillanos como Curro Romero, Paco Camino o Emilio Muñoz, este último con 16 años, tomaron la alternativa en este ruedo.

«Desde que el valenciano Manuel Granero Valls, precoz violinista, ocupara fugazmente el trono vacante de Joselito a principios de siglo XX tras la muerte del Rey de los toreros en Talavera, la hegemonía absoluta del toreo la conquistó Enrique Ponce a finales de siglo XX», escribió Salvador Ferrer en el periódico El Mundo allá por 2017. En esta tierra tan ligada al Mediterráneo han salido espadas que han sido esenciales para el crecimiento del toreo en la ciudad. El Soro, Vicente Barrera o ahora Román, entre otros, son claros exponentes del toreo en la ciudad.

Pero también Alicante han dado toreros que marcaron un antes y un después en los ruedos europeos y americanos; este es el caso de Luis Francisco Esplá, José María Dolls Abellán o su hijo José María Dols Samper, ambos conocidos en los ruedos con el sobrenombre de ‘Manzanares’. Tres toreros de Alicante que pusieron en todo lo alto el nombre de una ciudad que cada año le gana el pulso al mar en su Feria de Hogueras.

Por su parte, Castellón es una tierra donde el toreo siempre ha estado ligado al bajo Ebro y a su cercanía con Aragón y Cataluña. En esta provincia el torero sigue manteniendo una llama gracias a la perseverancia de un Paco Ramos que sigue peleando contra viento y marea. Pero sería injusto no recordar a tres toreros de aquella época en blanco y negro, donde Antonio Rodríguez Caro, Pepe Luis Ramírez y Fernando Zabalza buscaron el sueño de llegar a ser figuras del toreo.

Pero como del pasado no se vive, hay que mirar hacia el futuro de la fiesta, hacia esos novilleros que luchan contra viento y marea por abrirse un hueco en este complicado mundo. Hoy quisimos hablar con Nek Romero, un joven de Algemesí que tras su paso por la Escuela Taurina de Valencia debutó con caballos el pasado 1 de octubre en la plaza de toros su pueblo, donde cortó nada más y nada menos que tres orejas.

Nek Romero: «No tengo palabras para agradecer todo lo que Valencia está haciendo por mí»

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Otra imagen de Nek Romero. © Luis Sánchez Olmedo

«Me siento un privilegiado por estar en el lugar donde estoy«, nos comentaba el novillero valenciano. Un espada que ha conseguido llamar la atención de la afición de su tierra gracias a su concepto del toreo. «No tengo palabras para agradecer todo lo que Valencia está haciendo por mí. Es un sueño, ando aún en una nube«, señalan.

Tras el corte de una oreja en su debut en Fallas, el novillero levantino no despega los pies del suelo, buscando seguir progresando día a día: «Esto es una carrera de fondo, aquí hay que estar al pie del cañón día a día, y si te relajas… te pasan por encima. Yo eso lo tengo claro desde el principio. No le puedo fallar ni a mi familia, ni a mis paisanos, ni por supuesto a Santiago López y Juan Ruiz Palomares hijo, dos personas fundamentales en mi carrera».

«La tarde la viví con mucha presión y responsabilidad, ya que quería corroborar lo que pasó en Fallas. Torear esa novillada tenía un peso importante para mí», nos comentaba un novillero que anda tremendamente ilusionado con una temporada que se ha puesto realmente bonita para un novillero que sabe que el triunfo debe ir siempre ligado a la exigencia. «Yo soy el primero que me exijo, sé lo que soy capaz de dar, no soy para nada conformista conmigo mismo».

Una tarde que no fue fácil y donde tuvo que estar muy metido en la misma para sacarle lo que llevaban dentro unos animales de distinta condición: «El primero fue un novillo muy parado, no me dio opciones; el segundo fue bravo y exigente. Hubo que controlar la embestida del animal y requería firmeza. Al fin y al cabo, tanto en uno como en otro novillo, pude sentirme torero. Fueron dos animales totalmente distintos los cuales exigieron lo mejor de mí».

«Siempre busco la firmeza y la estética de llevar a los animales muy toreados»

Un novillero con un concepto muy personal del toreo, el valenciano tiene claro como quiere interpretar el toreo, algo que no siempre se puede llegar a hacer por la condición de los animales: «Siempre busco la firmeza y la estética de llevar a los animales muy toreados, pasándomelos muy cerca y llevándomelos muy atrás, pero como bien dices, no todos los animales son iguales, por eso hay que adaptarse a lo que pide cada uno».

Un novillero valenciano que sueña con llevar el nombre de su pueblo a lo más alto, el cual tiene una bonita historia detrás: «Soy de Algemesí, una tierra muy taurina, y gracias a mi abuelo me aficioné. Le gustaban mucho los toros y siempre me llevaba a la feria a ver novilladas; esa magia cuando un torero salía de la plaza me apasionaba. Mi sueño es poder ser alguien en este mundo y dedicárselo tanto a él como a mi pueblo».

«Me he hecho torero en Escuela de Valencia. Debuté el año pasado en Algemesí el pasado 1 de octubre. Ahora toreo el día 20 de julio en Valencia y ya no tengo nada más; tengo la idea de entrar en las Ferias de novilladas de septiembre, así como en ferias importantes, pero eso lo marcará el día a día«, nos comentaba para cerrar la entrevista.