Se repetía en la plaza de toros de Aranjuez el cartelazo del pasado Domingo de Resurrección en Sevilla. En el mismo trenzaban el paseíllo el sevillano José Antonio ‘Morante de la Puebla‘, el madrileño Julián López ‘El Juli’ y el limeño Andrés Roca Rey con una corrida del hierro gaditano propiedad de Joaquin Núñez del Cuvillo. Un espectáculo que colgó el ‘No hay Localidades’ en las taquillas de la coqueta plaza arancetana.
Poca historia entre el Morante y el deslucido primero de Cuvillo
De 582 kilos era el primero de Cuvillo, un Juguetero que ya mostró embestida pegajosa de inicio. Y lo acusó tras la vara de Iturralde. Se vino muy a menos un animal con el que Morante porfió por ambas manos sin llegar arriba. Para más inri, pinchó al animal siendo finalmente silenciado.
El poder de Juli batalla contra la falta de fuerza del segundo y le corta dos orejas
El segundo, de 531 kilos, al que le fue abriendo los caminos Julián de salida capa en mano y luego dejó unas comprometidas chicuelinas. Fue moldeando la nobleza sin emoción del animal, estructurando por el derecho. Y su poder batalló contra la falta de fuerza. Especialmente a diestras logró momentos profundos. Tiró de recursos toreros y afarolados en el final de obra antes de dejar una estocada un punto trasera pero efectiva. Cortó dos orejas.
La suprema autoridad de Roca Rey desoreja la calidad del tercero bis
Para atrás por falta de fuerza fue el tercero, y en su lugar salió un Arrojado sobrero que ya enamoraba en las hechuras. Y le dejó un ramillete de templadisimas verónicas y una excelsa revolera. Fue picado en la contraquerencia y tras esa única vara dejó un apabullante quite por chicuelinas y tafalleras. Y de nuevo excelsa la revolera. Tras excelsos pares de Viruta, dejó un explosivo inicio de obra pasándose por detrás y por delante de rodillas al toro. Animal humillador y repetidor y aunque con las fuerzas justas, tuvo la boyantia para que se la formase Andrés. Tras series de mano baja, lo mejor llegó en el arrimón final y los circulares. El estoconazo final puso en sus manos las dos orejas.
La voluntad de Morante (y un eterno derechazo), por encima de la calidad a menos del cuarto
Berlanguita se llamaba un tercero de 522 kilos que se estrelló de salida contra las tablas y pareció hacerse daño. Tras las verónicas de buen trazo de Morante -que luego quitó por chicuelinas- derribó al jaco. Tras el torero inicio de obra, dejó un eterno derechazo que sin duda fue lo mejor de la faena. Tenía calidad un animal también enclasado pero que iba a menos por momentos. Y rascó hasta donde pudo José Antonio, que dejó un espadazo y fue ovacionado.
El deslucidísimo quinto lo impide todo
No tuvo posibilidad Julián con el quinto, un toro que no tenía ni uno y con el que no pudo hacer nada más que despenarlo con dignidad. Silencio.
Roca Rey aprovecha la raza del sexto de Mayalde y le corta otra oreja
Bajo era el sobrero segundo de Conde de Mayalde, Guardamontes, de 502 kilos, que manseó en los primeros tercios. Tras el inicio a pies juntos, dejó una obra de variedad y momentos de trazo largo. Y rompió la faena de verdad en los naturales de Roca Rey, por donde ahondó en su profundidad. Tuvo raza un toro que también tuvo duración y al que finalizó por naturales y luego luquecinas su faena. Pero la pinchó y luego le dejó una estocada entera de la que tardó en caer. Oreja tras aviso.
FICHA DEL FESTEJO
Plaza de toros de Aranjuez. Corrida del Día de San Fernando. Lleno de ‘No Hay Localidades’.
Toros de Núñez del Cuvillo incluido el 3º bis y un sobrero de Conde de Mayalde lidiado como sexto. Correctos de presentación. Deslucida y muy a menos la pegajosa condición del primero; Noble pero sin fuerza y a menos el segundo; El tercero bis, también del hierro titular, tuvo calidad humilladora pero pecó de falta de poder; La calidad del cuarto, a menos; De enrazado y duradero viaje un sexto bis entregado.
Morante de la Puebla (verde manzana y oro): Silencio y ovación
Julián López ‘El Juli’ (espuma de mar y azabache): Dos orejas y
Andrés Roca Rey (grana y oro): Dos orejas y
INCIDENCIAS: El sexto de la tarde se mató en los chiqueros de la plaza antes de salir al ruedo
FOTOGALERÍA: PABLO RAMOS
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