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Nek Romero, ante Casas Ibáñez: «Quiero refrendar lo que pasó en Valencia»


jueves 4 mayo, 2023

El próximo domingo 7 de mayo, Casas Ibáñez volverá a convertirse en epicentro del futuro con una cita afianzada en el calendario

Nek Romero
Nek Romero.

El próximo domingo 7 de mayo, Casas Ibáñez volverá a convertirse en epicentro del futuro con una cita afianzada en el calendario en la que se medirán tres de los novilleros más prometedores del escalafón. Uno de ellos ha impactado en el Mediterráneo cómo nadie y su nombre está en los novilleros a vigilar, desde Algemesí llega Nek Romero con las ideas claras.

¿Cómo afrontas la cita del domingo?

Con mucha ilusión. Lo que pasó en Valencia (gran triunfo) ya ha quedado en el olvido para mí y sólo pienso en Casas Ibáñez. No tengo nada después ni pasó nada antes, sólo cuenta el domingo.

Eres de una de las cunas de la novillería, Algemesí, y allí diste tu primer toque de atención con tu triunfo en el debut con caballos.

Sí, fue un día soñado en mi tierra y cuando uno debuta con caballos se enfrenta a un novillo cuajado con el que todo tiene más importancia. Todo se juntó para que se convirtiera en una gran tarde.

¿Cuántas veces habías ido a la plaza a ver toros?

Unas cuantas (Risas)

¿Y soñado con verte allí?

Unas cuantas más, más de las que he ido a la plaza (risas). Soy torero por nacer en Algemesí y estoy seguro que si hubiera nacido en algún pueblo de al lado como Alzira a lo mejor no lo era porque el toreo no se vive igual.

¿Cómo la recuerdas?

Yo soy de una forma de ser en la que cuando llega el día me despreocupo de todo, sólo quiero disfrutar y eso hice. Desde que me desperté disfruté todo, me di un paseo en un día muy bonito y todo salió rodado. Pude cortar cuatro orejas y rabo, corté tres, aunque la última me la medio regalaron por ser del pueblo (risas). Eso sí, el segundo novillo me permitió soñar el toreo.

Es una tierra muy pasional y deseando que nazca una figura, ¿eso presiona?

Es una afición exigente pero buena. Sí que algo presiona pero es motivo más para dar que hablar y poder llevar Algemesí por bandera.

Ese triunfo llegó a comienzo de otoño y luego llegó el parón del invierno. ¿Cómo se afronta?

No he toreado mucho. Algemesí puede parecer que te da mucho, Valencia sí me lo dio, pero cuesta porque es una fecha complicada al ser al final de año. No he ido mucho al campo pero es que no hay ni para las figuras. El invierno ha sido bonito, he podido estar tranquilo y preparándome. He tenido siempre claro que debía hacer todo lo posible para que, cuando estuviera en la plaza, no pudiera echarme nada en cara en el sentido de no haber dado todo en la preparación.

Y llega Fallas pegando un gran aldabonazo.

Noté cariño y presión por partes iguales. Sé que es una afición que quiere sacar un torero figura pero es exigente, sabe y no te lo va a regalar. Me midieron con la categoría que tienen, sin mirar de dónde soy. Así todo lo hecho sirvió.

¿No te dio rabia que no hubiera televisión?

Sí, creo que la repercusión se hubiera multiplicado por veinte. Vivimos en una época en la que te enteras de casi todo por las redes pero no es igual verlo por ti mismo a que te lo cuenten. Soy novedad, nadie me esperaba y la tarde hubiera impactado más. 

En Casas Ibáñez sí habrá televisión.

Hay veces que cómo te digo lo de antes te digo la otra parte. Soy de Algemesí y tengo familia de Jaén. A veces la televisión quita gente porque muchos, que irían, se lo piensan al saber que lo podrán ver desde casa. Hay las dos versiones de la televisión y a mí lo que más me gusta es que vayan a la plaza, sentir el calor del público.

Volviendo a Fallas. ¿En qué has notado que te haya servido el triunfo?

Siempre he sido una persona muy cuerda y uno debe saber de dónde viene. En lo profesional me ha servido para estar en boca de la gente pero nada más. Mi mozo de espadas me dice que hasta él, si se dan todas las circunstancias, puede cortar una tarde cuatro orejas en Valencia pero que se consagra el que lo logre hacer varias veces. Ésa es mi mentalidad, quiero repetirlo y poner a todos de acuerdo. Valencia me ha ayudado a subir un pequeño escalón pero queda mucho. Eso sí, te llaman para torear en novilladas con todo por derecho y eso es el mejor de los premios.

Tu carrera está en manos de Santiago López, ¿por qué él?

Siempre ha estado conmigo, me ayudó desde pequeño. Es cierto que estaba más con Polope y me mandó con Juan Ruiz Palomares. Él no tenía muchas ganas en principio pero se echó “palante”. Es un gran profesional que ha llevado a toreros como Fandi, Luque o José Tomás.

Con esos nombres es imposible no preguntarte si el maestro Ponce está contigo.

Siempre se ha portado muy bien conmigo. Maté dos novillos este invierno y fueron regalos del maestro.

Terminamos hablando del cartel del domingo.

Cuando toreo no me preocupa mucho con quién toreo, solo busco avanzar y disfrutar, es la misma mentalidad que tengo cuando voy a los tentaderos. Sergio Serrano dijo que el domingo nos íbamos a ver tres leones. Peñaranda está muy curtido y Caballero anda muy bien, sé que no lo van a poner fácil. Quiero avanzar y sólo midiéndote contra tus límites es cómo avanzas. Debes pensar en ti y vencerte. No quiero ganar a mis compañeros y que nadie salga hablando de mí, quiero que sirva.

Eres muy exigente.

Sí, a veces puede parecer contradictorio porque puede ir en mi contra ya que es cómo si todo fuera mal. Santiago López me ayuda mucho diciéndome las cosas y poniendo todo en su contexto. No voy a quedarme atrás si alguien sale y hace un quite pero mi competencia está contra mí.

Concluimos la charla hablando de referentes en Valencia.

Sólo pienso en sentir el toreo, en quedarme quieto, rematar atrás el muletazo y quedarme más quieto que un palo. La máxima figura ha sido Ponce que es quién ha llevado el nombre de Valencia por bandera junto a Vicente Barrera, son los que más he visto. De Román admiro su arrojo y mentalidad pero al maestro Ponce le tengo como el mayor referente por las cosas increíbles que ha sido capaz de hacer.