CAMPO BRAVO

La drástica reducción de cabezas que ha efectuado Juan Pedro Domecq: así está consiguiendo volver a su senda


jueves 29 junio, 2023

Juan Pedro Domecq se ha ido adaptando poco a poco a las exigencias de un mercado que le obligó a reducir su vacada en un 60% desde que se hizo con las riendas de ésta.

Juan Pedro Domecq Toro
Un toro en imagen de archivo en los corrales de Las Ventas. © Plaza 1

«No hay ganadería sin ganadero«. Esta es sin duda una de las frases más acertadas que hay en el mundo de toro. Muchas veces nos enrocamos y ponemos el foco en el encaste que tiene una divisa u otra sin pensar en el concepto de bravura que tiene ese ganadero en la cabeza. Hay unos que le dan más importancia al caballo, otros menos, unos buscan la casta por encima de todo, otros se decantan por la clase y así podríamos estar horas poniendo sobre la mesa distintos matices que diferencias unas ganaderías de otras.

¿Se parecen en algo Rehuelga y La Quinta? ¿Salvador Domecq, El Torero o Lagunajanda buscan el mismo toro? Por lo tanto, no es justo estigmatizar unas ganaderías u otras por tener una sangre en común. Hoy en día si sentamos alrededor de una mesa a tres ganaderos como Carlos Núñez, Fermín Bohórquez y Álvaro Núñez Benjumea seguramente tengan mayores puntos en común sobre el concepto de bravura y los distintos matices para llegar a ella que otros que compartan un mismo encaste. Por ello, sinceramente creo que más que el encaste, aquello que marca es el concepto.

Una de esas ganaderías que lleva lustros aleccionando un tipo de toro definido es Juan Pedro Domecq, sin duda la madre de una gran parte de las vacadas que hay en la actualidad en España. Un encaste tan moldeable que te permite encontrar un tipo de toro diametralmente opuesto al que adquirió otro compañero de la misma simiente. Debido a la importancia de esta vacada, durante muchos años el número de hembras fue aumentando hasta llegar a unas cifras que le permitían superar la treintena de festejos e incluso hacer doblete en muchas plazas de gran responsabilidad.

73 toros menos para esta temporada

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Juan Pedro Domecq, en una imagen de archivo. © Luis Sánchez Olmedo

Con el paso de los años el número de animales ascendió de forma notable, al igual que la llegada de nuevos ganaderos para comprar simiente de la casa. Pero con el fallecimiento de Juan Pedro Domecq Solís se fue el alma máter de un encaste, un ganadero con una visión especial y una gran intuición para ver y encontrar la bravura que iban a exigir aquellos que se sentaban en un tendido. Su hijo heredó una vacada señera, esa que debía compaginar con la de Parladé, vacada que llevaba en solitario desde hacía varias décadas.

«Cuando falleció mi padre juntamos Juan Pedro y Parladé, estábamos en 1000 vacas. Ahora estamos en 430, hemos ido reduciendo hasta el 60% en 12 años. Respecto al año pasado, tengo 73 toros menos, creo que es una reducción importante«, nos comentó hace unos meses el ganadero afincado en tierras de la sierra norte sevillana. Un hombre que tuvo que hacerse cargo de una vacada amplísima y darle poco a poco su sello.

Pese a tener un hierro en un buen momento, la ganadería comenzó a entrar en un bache que lo fue poco a poco alejando de los carteles de postín. Juan Pedro sabía que no quedaba otra que trabajar en silencio y seguir depurando una ganadería que con los años se ha reducido de forma notoria: «Ahora mismo tengo 420 vacas y me parecen muchas. No quiero tener una base animal mucho más amplia. Respecto al número de sementales, ahora tengo más que nunca. Hay 53 sementales. La riqueza genética es la clave. Hay que estar investigando de forma constante, hay que estar abriendo la ganadería de manera constante, evitando la consanguineidad. Y esto solo se consigue con una amplia gama de sementales«.

Un largo proceso en casa de Juan Pedro Domecq

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Varios toros de Juan Pedro Domecq en Las Ventas. © Plaza 1

Todo este proceso de búsqueda del toro ideal le ha llevado más de 10 años, un tiempo en el que ha encontrado sementales que le ayudaron recuperar esa regularidad perdida y a dotar de mayor viveza y raza a una ganadería que nunca perdió sus señas de identidad, esas que le hicieron ser un referente dentro del mundo del toro. Pero este tiempo también fue erosionando la confianza de una afición que vio como pese a no salir las cosas seguía lidiando sin problema mientras otros compañeros penaban errores del pasado.

Ahora Juan Pedro vuelve a sacar la cabeza con un formidable inicio de temporada donde consiguió puntuar en plazas tan importantes como Valencia y Madrid, amén de otros cosos donde lidió animales importantes que le valieron el reconocimiento del aficionado. Castellón, Almendralejo, Granada, Alicante, Burgos… una serie de corridas donde se le premió con el pañuelo azul a dos astados de alta nota y con el naranja a un excelso animal lidiado de forma magistral por Daniel Luque.