PERCANCE

¿Cómo se produce una ‘cornada envainada’ como la que sufrió Roca Rey y qué puede pasar si no se opera (como ocurrió)?


viernes 9 junio, 2023

Ésta es un tipo de cornada donde el pitón no rompe la piel pero sí puede hacer destrozos importantes; debido a ello es fundamental una revisión exhaustiva por parte del equipo médico para evitar posibles sustos.

Roca Rey Toledo
Roca Rey, este jueves en Toledo. © Pablo Ramos

Las heridas por asta de toro son una patología frecuente en el mundo taurino, las cuales se dan —por desgracia— de una forma más o menos habitual. Estas lesiones tienen unas características especiales que las diferencian de cualquier otro tipo de heridas que podemos ver en nuestro día a día: Corte con un cuchillo, brecha en la cabeza… todas ellas son totalmente diferentes a las producidas por asta de toro.

Existe un tipo especial de cornada que se conoce con el nombre de cornada interna o envainada. En este tipo de cornada, la piel recupera su aspecto original, pero las lesiones por debajo de ella pueden ser extremadamente graves. Este tipo de percances parecen que tienen menor gravedad al no penetrar el pitón, pero pueden ser incluso más graves al hacer destrozos internos. Una de las cornadas internas más graves fue aquella que recibió Manuel Escribano de un toro de Flor de Jara en Sotillo de la Adrada, el cual le provocó la rotura de la vena ilíaca y una gran hemorragia interna como consecuencia del fuerte golpe recibido.

Por todo ello es esencial que tras percances de esta envergadura y pese a no sangrar, el espada acuda a la enfermería para ser examinado por los médicos, al poder ser la cornada de gravedad pese a que a simple vista parezca poco más que un golpe, ya que a priori, según un primer examen en la propia plaza puede parecer una fortísima contusión y no presentar mayor gravedad.

Siguiendo una terminología taurina, los percances por asta de toro los podemos clasificar en:

  • Varetazo: Donde el cuerno alcanza al cuerpo tangencialmente, produciendo contusiones.
  • Puntazo: La lesión es producida por la punta del asta. Se subdividen en: simple, cuando la penetración del pitón es mínima produciendo solución de continuidad en planos superficiales y corrida cuando el trayecto es alargado.
  • Cornada: Herida que interesa fascia y musculatura.
  • Cornada envainada: Herida que sin romper la piel, perfora y contunde los tejidos más profundos, músculos y aponeurosis, que, a la larga, será causa de eventraalumos.
  • Herida despistante: Aquella en la que existe un orificio de enxtrada pero está alejado del foco traumático más importante, coexistiendo lesiones asociadas.

El último torero en sufrir un percance ha sido el peruano Andrés Roca Rey, el cual veía como el quinto de la tarde se lo echaba a los lomos. Espeluznante fue la voltereta que le dio en el remate de obra, quedándose entre los pitones en un momento de angustia, escribía en su crónica Javier Fernández Caballero sobre el momento del percance del limeño ayer en la plaza de toros de Toledo por un astado de Alcurrucén.

Tras el percance sufrido por Andrés, el Dr. Ángel Blanco Bravo realizó una exhaustiva exploración médica emitiendo un parte médico a los pocos minutos: “Se observa una contusión con erosión y hematoma en la cara posterior del pliegue interglúteo izquierdo, así como una gran contusión con hematoma en la cara externa del muslo derecho” haciendo constar la conveniencia de abrir la herida y drenarla para evitar posibles complicaciones.

Al tener tan cerca el siguiente compromiso, el diestro peruano no tomó en consideración los consejos médicos y decidió personalmente esperar a observar la evolución de su lesión y posteriormente viajar a Granada para torear en el día de hoy junto a Julián López ‘El Juli’ y Sebastián Castella una corrida con el hierro de Juan Pedro Domecq. Una vez finalizado, el festejo tendrá una nueva revisión de cara a la corrida ‘In Memoriam’ del próximo domingo en la Monumental de Las Ventas, nuevamente con el madrileño y con la presencia de Alejandro Talavante.