SUERTES

Así entrena Morante el ‘salto de la garrocha’ en el campo: ¿En qué plaza lo hará?


viernes 9 junio, 2023

Morante de la Puebla sigue buceando para devolver al toreo suertes perdidas.

Morante Garrocha
Morante, el pasado San Isidro y, a la derecha, saltando con la garrocha en el campo. © Luis Sánchez Olmedo

Morante de la Puebla es uno de esos toreros que busca constantemente hacer guiños al pasado. Un espada que rebusca siempre entre las revistas, libros y vídeos antiguos para intentar llevar al ruedo aquello que hacían los toreros de antaño. Pero también lo hace con los ternos que luces en la plaza, José Antonio busca telas, colores, bordados y chorreras que nos retrotraigan a finales del siglo XIX y comienzos del XX.

Queda claro, que más allá de la profundidad de su toreo, de la ejecución de las suertes o del «estar» en la plaza, la armonía y la belleza en el vestir son características propias que el torero sevillano muestra en sus apariciones, con guiños constantes al pasado nos contaba Mario de las Heras en El Debate.

Las medias blancas, el puro en el callejón, corbatín ancho, el capote con el forro verde, el búcaro, montera antigua, la llegada a la plaza en calesa, las patillas y la coleta real, gesto de secar las lágrimas al toro, distintas suertes del toreo tanto de capa como de muleta… son varias de las cosas que implementado un torero que no deja de sorprendernos tanto en el ruedo como fuera de él. Un espada que gusta de dotar al toreo de aquello que se va perdiendo, devolverle la esencia que siempre tuvo.

Aparte de eso, José Antonio sigue buceando en las distintas suertes del toreo; unas las ha podido llegar a implementar en el ruedo y otras se quedan en la soledad del campo, lugar donde unos pocos agraciados son testigos de momentos únicos realizados por el espada de La Puebla del Río. Uno de ellos se vivió en la pasa pandemia; allí, en la soledad del campo, probó el salto de la garrocha con una pequeña añoja.

El salto de la garrocha es una suerte del toreo prácticamente en desuso que consiste en saltar pasando sobre un toro con la ayuda del apoyo de una garrocha. Se desconoce el origen exacto de la misma, siendo Francisco Martínez, nacido en Sanlúcar de Barrameda, uno de los primeros en practicar la suerte en varias corridas de toros en los Sanfermínes de 1722 a 1731. ​Uno de los imágenes más iconicas de Goya fue precisamente el de El Salto de la Garrocha.

Tras desempolvar el quite del «Bu» que se ejecutaba a fines del siglo XIX, el cual reinventa Joselito y que Morante revive, ahora el sevillano se ha propuesto recuperar la suerte que Goya nos deja en sus aguafuertes sobre «La Tauromaquia», «El salto de la garrocha». De momento únicamente lo ha realizado en el campo, veremos si en alguna ocasión emula a Sánchez Vara y lo realiza en una plaza de toros.

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