El pasado 13 de agosto, el toro ‘Lobito’ se ganaba la vida gracias a su bravura y nobleza en la plaza de toros franncesa de Béziers, un coso que vibró con la entrega del animal y con el toreo de un Juan Leal que va camino de darle una vuelta de tuerca a su toreo. Una tarde histórica en la que el torero francés conseguía volver a indultar un toro en esta plaza tras varios años sin ser concedido un premio de tal magnitud. Valdefresno y Daniel Ruiz le marcaron el camino a la divisa jerezana.
Pero no todo fueron noticias positivas para la familia Domecq, ya que el animal ha tenido que quedarse unas semanas en Francia hasta pasar la cuarentena, un periodo que obligó a trasladar al animal a la finca de Robert Margé, ganadero que tiene simiente de esta ganadería en su propia vacada. Un toro que compartirá finca durante unos días con otro de los grandes toros de la Feria, un astado de la familia Margé de nombre ‘Revilla’ al que se le perdonó la vida 24 horas después en el mismo coso.
Un animal que se encuentra en perfecto estado tras las curas realizadas en la propia plaza de toros y los días posteriores en la finca francesa. Todo esto se hace por los protocolos que hay que realizar antes de trasladar un animal de Francia a España, concretamente a Andalucía. Por lo tanto, dentro de pocos días ‘Lobito’ volverá a la finca de donde salió a comienzos de agosto, un lugar donde ha vivido los mejores momentos de su vida.
Ahora le espera un invierno muy largo, ese en el que Santiago Domecq Bohórquez le tiene preparado un lote de vacas para ver si es capaz de transmitir a su descendencia las virtudes que tuvo en la plaza. Como es norma en muchas ganaderías, las primeras hijas del semental indultado serán tentadas por el matador que contribuyó a que se ganara la vida, en este caso Juan Leal. Una historia que será recordada y que siempre estará presente en la vida de estos ganaderos jerezanos y de un torero que va dando pasos para llegar al lugar qué seña ocupar.
Una faena que llenó por completo a un torero que está de rabiosa actualidad: “Es de los toros que marcan un punto de inflexión en la carrera de los toreros. El animal fue una máquina de embestir, de los que da gusto poder torear. Le doy la enhorabuena al ganadero, algo que me valió para llegar a Dax con mucha moral también”.
«Ese toro requería más esfuerzo. Y con la moral tan alta de indultar al primero, fue una faena que llegó con fuerza arriba. Le corté una oreja de peso y estoy contento de haber vivido y disfrutado esa tarde como torero, y haber podido disfrutarla toreando como uno quiere«, le comentaba en una entrevista a este medio el propio matador francés a nuestro compañero Stephan Guin en una pieza publicada el pasado viernes.
