La vida en el campo es muy dura, ya no por las altas y las bajas temperaturas que se sufren a lo largo del año, sino por el trabajo con un animal que muchas veces no pasa ni una. El manejo de este tipo de especies es bien diferente al manso, aquí hay que estar con cuatro ojos y confiar ciegamente en tu caballo, un animal indispensable para estar día a día junto al toro bravo. Por ello se crea un vínculo entre caballo y caballista, una amistad muy férrea que beneficia el trabajo diario de ambos.
El pasado 4 de julio, Javier Núñez, ganadero del hierro gaditano de La Palmosilla, publicaba una noticia luctuosa en sus redes sociales, esa que nunca quería haber dado. Su yegua ‘Piconera’ había tenido que ser sacrificada tras un percance en el campo. Todos sabemos la complejidad que tiene el manejo de estos animales a campo abierto, astados que en muchas ocasiones se arrancan sin previo aviso, provocando percances como el vivido en la ganadería gaditana.
Aquí el caballo son los pies de los hombres de campo, elementos indispensables para el trabajo diario. Equinos que tienen que tener el suficiente valor para bregar con animales bravos, amén de una gran nobleza y una confianza mutua y plena con el jinete. Por eso, este tipo de pérdidas dejan un gran vacío en estos rudos y nobles hombres de campo. El adiós de su caballo por un percance en el campo es lo peor que le puede pasar a un vaquero o mayoral.
Por eso Javier quiso rendirle el homenaje que se merecía esta yegua valiente, esa que dio su vida en la ganadería que le vio nacer: “Hoy despedimos a Piconera, una potra de gran clase nacida y criada en casa. Cuando se disponían a encerrar al novillo 31 Escopetero, que estaba lastimado de una pezuña, este alcanzó a Piconera por la barriga echándole las tripas fuera sin que nada se pudiera hacer por su vida. Afortunadamente, nuestro mayoral Juan Guillén pudo salir ileso de tan violento lance… son cosas que pasan cuando se trabaja con toros bravos. ¡Piconera siempre en el recuerdo!”.
Todo fue muy rápido, no hubo apenas reacción posible cuando Escopetero alcanzó en la barriga a Piconera. A todos se nos vino a la cabeza la historia de Capitán, un caballo de prieto de la Cal corneado por una astifina vaca jabonera en pleno destete. Son dos historias muy dolorosas que ponen el foco el enorme trabajo de los hombres de campo y de estos animales que se juegan la vida día a día en una labor que entraña enorme peligro para ambos.
Hoy despedimos a Piconera, una potra de gran clase nacida y criada en casa. Cuando se disponían a encerrar al novillo 31 Escopetero, que estaba lastimado de una pezuña, este alcanzó a Piconera por la barriga echándole las tripas fuera sin que nada se pudiera hacer por su vida.… pic.twitter.com/AlZCmjbl7P
— La_Palmosilla,Oficial (@palmosilla) July 3, 2023