Esta tarde, lunes 4 de septiembre de 2023, los toros de la corrida de El Pilar que corrieron el encierro ayer en Sanse, pero no saltaron al ruedo por suspenderse la corrida, van a ser apuntillados por orden del Ayuntamiento de la localidad, quien se considera «propietario» de los animales y, por tanto, dueño del destino de éstos, que podría, sin embargo, terminar en otra plaza para lidiarse con toda normalidad.
Un problema añadido es, además, que los toros permanencen aún en los chiqueros por encontrarse los corrales completamente anegados de agua, cuando la lógica y el reglamento de la Comunidad de Madrid permiten al empresario -verdadero propietario de los toros- sacar la guía de retorno de los toros para que vuelvan sin problema alguno al Puerto de la Calderilla. La corrida, que ya había tenido varios pretendientes sólo por haberla visto en el encierro de por la mañana, corre el peligro de perderse esta misma tarde si los toros -como pretende el Ayuntamiento antireglamentariamente- son sacrificados sin posiblidad, siquiera, de que el ganadero pueda verlos y analizar la genética que atesoran.
En este sentido, este medio ha podido saber que el acuerdo vinculante entre la empresa y el empresario obliga a éste a ceder los toros que se lidian por la tarde para que corran el encierro por la mañana, pero no es el Consistorio quien cierra los tratos ni paga a los ganaderos que acuden a lidiar a San Sebastián de los Reyes. Sin embargo, en este caso, al informar la empresa Funtausa de la solicitud de las guías de retorno -guías concedidas por la Unidad Veterinaria correspondiente y también por la Comunidad de Madrid, como confirma el propio Miguel Abellán, gerente de Asuntos Taurinos-, miembros del equipo de Gobierno le informaron del peligro que corría de «incumplir» el contrato y, por tanto, perder la contraprestación económica que éste refleja.
El propio ganadero, desesperado por la pérdida genética y económica que para él sería el apuntillamiento de los toros, ha explicado a este medio que no se puede «dejar que se pierda una corrida como la que estaba preparada ayer para Sanse. Sobre todo porque el día anterior, cuando comenzó a hablarse de las restricciones y de la posibilidad feaciente de que se pudiera suspender la corrida del día siguiente por las condiciones meteorológicas, buscamos soluciones para que no fuera esa la corrida que corriese el encierro. Incluso llegué a ofrecer a la empresa que les enviaba seis toros para las calles para que corriesen el encierro, pero lo desechamos porque vimos claramente que el Reglamento de la Comunidad de Madrid permitía que los toros regresasen a la finca si no se lidiaban», explica Moisés Fraile Gómez, indignado por la decisión del Consistorio madrileño.
De hecho, el ganadero ha reconocido la diligencia del gerente de Asuntos Taurinos de la Comunidad de Madrid, Miguel Abellán, quien ha consultado en todos los organismos posibles si estaban concedidas las guías de los toros, como así era. Por tanto, nada más que la voluntad del Ayuntamiento de Sanse de apuntillar los toros separan a éstos de lidiarse en otra corrida para demostrar su carga genética, que, como apunta el ganadero «no podemos perder, con las carencias de toros que está sufriendo la fiesta y pensando en el futuro de una ganadería como la nuestra».
📽️ Vuelve a ver el octavo y último encierro de las #FiestasSanse23 con los toros pertenecientes a la ganadería El Pilar 👇 pic.twitter.com/h5PyPMOxvm
— Ayuntamiento de San Sebastián de los Reyes (@sansecomunica) September 3, 2023