TEMPORADA 2024

El encuentro personal entre Luque y Roca Rey que tendrá lugar antes de iniciarse la temporada 2024


martes 23 enero, 2024

Ambos toreros han quedado en hablar para buscar una solución de cara a este problema que lleva enconado demasiado tiempo.

Luque
Daniel Luque brinda un toro al público de Arles. © Muriel Haaz

Este lunes amanecía con la publicación de un comunicado por parte del matador de toros vallisoletano Roberto Domínguez, apoderado también de Andrés Roca Rey. Unas líneas donde quería matizar el posicionamiento de su poderdante tras la última polémica.

“No existe veto por nuestra parte para que Daniel Luque participe en las ferias; la enemistad personal la deben resolver ellos dos. Mientras tanto, nadie puede obligar a un torero a estar donde no quiere”, comentaba en su comunicado Roberto Domínguez, encontrando éste una tajante respuesta por parte de Juan Bautista. “Andrés Roca Rey tiene vetado a Daniel Luque de sus carteles. No lo digo yo, ni lo dice la prensa. Lo reconoció públicamente el propio torero en una entrevista publicada en el Diario ABC el pasado mes de mayo de 2023. En ese veto, radica la raíz de una polémica que ni Daniel ni yo hemos buscado”, añadía Domínguez.

Una polémica que, lejos de solucionarse, parecía que cobraba mayor intensidad. Pese a ello, parece que puede haber una solución tal y como se podía leer en la parte central del comunicado emitido por el matador de toros, apoderado y empresario francés: “Me sorprende mucho más que se quiera agitar una polémica que podría estar en vías de solucionarse, puesto que ambos toreros se han citado para hablar en los próximos días. Un paso hacia delante de ambos”.

“Daniel Luque se puso en contacto hace unos días con Roca Rey para proponerle un encuentro personal que Roca aceptó. Se emplazaron para verse en los próximos días. Por lo tanto, no deja de sorprenderme el interés en volver a buscar una polémica que los protagonistas quieren encauzar por la vía del diálogo”, añadía. Unas declaraciones que sorprendieron al no existir relación alguna entre ambos matadores, algo que dificultaba cualquier tipo de acercamiento.

Con estas palabras parece que todo toma un cariz distinto; sentarse y hablar las cosas es el punto de partida para volver a verlos juntos en los ruedos, porque los toreros se deben al público, a una afición que no debe pagar los platos rotos de unas rencillas personales que deberían quedar en el ámbito privado. Por ello, ambos están en la obligación de intentar limar asperezas; de lo contrario corren el riesgo de ser castigados por una afición que los admira profundamente como toreros.