JAVIER FERNÁNDEZ-CABALLERO
Pedro Iturralde es uno de los picadores con
mayor tirón popular, no sólo en la plaza sino también en las redes sociales, de las últimas
temporadas. Torero en el ruedo y fuera de él, el vallisoletano atiende a
CULTORO tras, un año más, estar nominado a mejor picador de la temporada por el
Foro de la Juventud Taurina. «La temporada pasada fue muy importante, la afronté con muchísima ilusión y a partir de ahí tuve que defenderla junto al
maestro Paco Ureña y también con la veteranía del maestro Uceda Leal y más
matadores que se acuerdan de mí y toreo con ellos. Estoy muy ilusionado con
esta temporada de 2016, en la que empezaremos en Valencia intentando refrendar
el buen sabor de boca del pasado año”.
Sobre el tercio de varas a «Agitador”, ese
gran toro de Fuente Ymbro que hizo acto de presencia en el serial isidril en la
segunda corrida de Feria, Pedro lo recuerda «y se me ponen los pelos de punta.
Es el toro que más fuerte se me ha venido al caballo, su galope fue
extraordinario desde el principio y el toro ayudó muchísimo en el tercio de
varas, fue muy franco al peto y lo disfruté mucho”. Es habitual en San
Isidro bastantes tardes, pero este año «sorpresivamente sólo he actuado tres tardes.
Iba a ir cuatro, porque iba a acompañar a Víctor Barrio, pero me coincidió con
Nimes y no pude acompañarlo. El año pasado sí toreé nueve corridas en San
Isidro, y ese es el mejor trofeo de una temporada, donde uno ve materializado el
trabajo diario”, señala el picador castellano.
Sobre la carrera de su matador, Paco Ureña,
Pedro Iturralde habla claro: «el maestro es un ejemplo de superación personal y como
torero. Hay aficionados que piensan que su año no empezó bien, pero para mí
tuvo una actuación importante con el toro de Fuente Ymbro, que aunque las cosas
no salieron bien hay que analizar que el toro tuvo mucha guerra en el caballo
pero le faltaron muchas cosas en la muleta, sobre todo final. Yo destacaría
también la corrida de Pedraza de Yeltes, porque creo que no se puede ir con más
verdad aunque las cosas no salgan. Se jugó todo ese día por intentar levantar
lo que la gente le había reclamado dos días antes. A partir de ahí llega
Pamplona, Bilbao y un montón de sitios en los que ha demostrado el gran momento
en el que está, que tiene las cosas clarísimas, y desde ahí hasta la Feria de
Otoño ha sido una racha de trabajo, triunfos y expresión en la plaza. Es un
lujo estar a su lado. Si hay algo que lo define es el amor propio”.
Sabe que es uno de los profesionales con mayor
compromiso del panorama actual, pero más allá de jactarse de ello, explica su
forma de vida de forma humilde. «Creo que un buen picador debe estar
comprometido con uno mismo. Tienes que tener compromiso por trabajar diario,
porque esta es una profesión en la que la gente ve 10 minutos en la plaza pero
son 24 horas pensando en el toro para esos 10 minutos. Es un trabajo continuo
para que salga todo perfecto en la plaza. Hay extraordinarios picadores que
tienen muchísimas virtudes, como ser un buen jinete y un hombre que sea de
caballos, que monte a caballo a diario y que los entienda para que ese sea un
problema menor a la hora de ponerse delante de la cara del toro”.
Se trata de uno de los profesionales que
visten de dorado con mayor presencia en las redes sociales, algo que asegura le
causa demasiados disgustos. Pero es necesario para un sistema que debe abrirse
a una sociedad que cada vez piensa menos en toros. «Hay formas
de ser, pero esto a veces me da demasiados disgustos y pienso si merece
realmente la pena. Es una pelea constante con el simple aficionado que no ve
las cosas como tú, pero hay que respetarlo porque se merece lo que sea; luego
está el que te insulta, te menosprecia y se mete contigo desde tu físico hasta
tu familia. No es que sea necesario, pero a mí me nace hacerlo así porque es mi
forma de protestar por muchísimas cosas y lo seguiré haciendo mientras crea que
puedo defender una profesión tan digna y legal como la de ser torero”.
La siguiente pregunta radica en
la Fundación, su utilidad y si es realmente la entidad salvadora del toreo en
la actualidad. Pedro tiene claro que «tiene muchísimas cosas por hacer y por
demostrar. Le tengo mucha fe porque es a lo único que nos podemos agarrar. De
momento no puedo crucificarla ni alabarla. Sé que se están moviendo fichas que
saldrán a la luz dentro de poco, pero el aficionado necesita que se ponga a
funcionar cuanto antes porque sí que estamos un poco ansiosos. Habrá que
evaluarla próximamente”.
Sobre si se imagina cómo será la
profesión del picador dentro de un lustro y cómo se ve montando en aquel año,
Pedro afirma que «la esencia en esta profesión es fundamental. Llevamos haciendo muchísimos
años lo mismo, pero siempre cada un ole ha intentado imprimir su punto personal.
Yo tengo espejos de grandiosos picadores como Juan Luis Rias o Antonio Saavedra,
pero siempre le hemos dado nuestra personalidad a esto. No podemos fijarnos en
otro picador porque llega el momento en el que te olvidas de todo y estás
pendiente de mil cosas y es tu personalidad la que tiene que responder. Espero
que el picador del 2020 sea un picador que siga marcando la suerte, haciéndola
correctamente y que haya un toro que sea capaz de ser fuerte en el tercio de
varas”, rubrica el picador.
FOTOGALERÍA: LUIS SÁNCHEZ OLMEDO