Miguel Ángel Perera afronta, entre este miércoles y jueves, dos compromisos clave en su temporada: en primer lugar, trenzará el paseíllo en la Feria del Toro de Pamplona al lado de Paco Ureña y Roca Rey para lidiar el encierro de Victoriano del Río; un día después, el jueves, será pilar del primer cartel de la Feria de Julio al lado de Daniel Luque y Ginés Marín. Tras quedarse fuera de la Feria de San Isidro y protagonizar en junio una encerrona benéfica en su tierra, estas dos tardes son fundamentales en el ecuador de su campaña como figura del toreo.
24 horas de máxima importancia para la temporada de Perera. Doble cita en plaza de primera miércoles y jueves, una en Pamplona y la otra en Valencia: ¿Qué supone para este momento de su carrera este doble compromiso?
Torear en Pamplona y en Valencia, con independencia de las circunstancias concretas de cada temporada, además de un lujo, es siempre un compromiso de la máxima responsabilidad. Hablamos de dos plazas de primer nivel, donde los toreros nos exigimos el máximo en todo momento. Va en la piel, incluso, antes que en la cabeza. No te paras a pensar cuánta falta te hace triunfar en ellas, sencillamente, sabes que lo tienes que hacer. Por tanto, es una doble cita de la mayor exigencia dentro de un mes de julio que siempre ha sido muy propicio para mí y donde también está Santander, que es otra plaza que me encanta. Mi carrera, ya sabéis, es una continua reivindicación, así que, en este sentido, no cambia demasiado a cómo ha sido siempre para mí.
Tras verse fuera de San Isidro, la primera de las tardes en Pamplona, en la penúltima de Feria, supongo que será una oportunidad de reivindicarse, ¿cómo afronta esta cita?
Pues como decía, con el mayor nivel de exigencia, que empieza por mí mismo. Nunca se me ha olvidado lo que supone estar en las grandes ferias y en las principales plazas, así que, como tal, lo encaro, con disposición e ilusión. ¿Reivindicarme? Bueno, es el sino de mi carrera, lo que llevo dieciocho años haciendo, tarde a tarde. Nunca me regalaron nada y el camino lo he recorrido siempre con la certeza de que detrás de un paso viene el otro…
¿Qué supone la vuelta a la Feria de Julio para Perera? Valencia, una plaza que tanto significa para su trayectoria y en la que cuenta incluso con un indulto, ¿qué sensaciones le trae?
Valencia forma parte del paisaje de las grandes plazas de mi carrera. Exigente y entendida a partes iguales, lo tiene todo. Aquella tarde de Fallas de 2006 con el indulto de Harinero, el toro de Fuente Ymbro, fue muy emocionante para todos los que la vivimos y, en particular para mí, muy importante por la tremenda confianza que me aportó. Además, si no recuerdo mal, hacía 13 años que no se indultaba un toro en Valencia y hacerlo con la unanimidad con que lo fue aquél es algo que se te queda ya grabado para siempre. De hecho, creo que para muchos aficionados se ha quedado como “la tarde del indulto del toro de Fuente Ymbro por Perera”, lo que ya dice mucho de cómo y cuánto caló en la memoria de la gente. Sin duda, es uno de los hitos de mi trayectoria.
De sus tardes en Valencia, ¿con cuál se queda? ¿Cuál fue la más emotiva?
Como os digo, por lo vivido, por lo redonda que fue, es difícil superar aquella tarde de Fallas de 2006, pero también guardo un gran recuerdo de la de la Feria de Julio de 2008, con un toro de Lagunajanda. Aquella fue una tarde que se puso difícil para todos, muy cuesta arriba por el ambiente un poco a la contra que se creó. Recuerdo que fui capaz de darle la vuelta a aquel ambiente y la gente se entregó con verdadera pasión. El toro fue extraordinario, pero tuve que apostar por él y, sobre todo, ser capaz de hacerle ver al público que lo era. Disfruté muchísimo y, al final, la entrega de la plaza fue total. Esto es, justamente, lo que busca y lo que llena a un torero. Esos dos días sentí sin duda alguna lo pasional y generosa que es Valencia cuando se entrega.
Además con una corrida de Luis Algarra que es de máxima seriedad pero que también tiene el aval de ser la triunfadora de este ciclo en anteriores ediciones, ¿qué supone este hierro en ese momento de su temporada?
Es una de las ganaderías a la que todos los toreros nos apuntamos, ¿no? Tiene un excelente fondo de clase y está en un buen momento. La seriedad se presupone en una plaza como la de Valencia, pero lo que de verdad cuenta es, como decía, el fondo que saque y yo confío que pueda ser el mejor. Se ajusta mucho a mi concepto de profundidad y de torear despacio. Volver a Valencia y con los toros de Algarra es un doble atractivo para mí.