Tras el
triunfo que obtuvo el lunes en el coso tlaxcalteca de Emiliano Zapata, de donde
salió en hombros tras cortar dos orejas a buen ganado de Rancho Seco y
acompañado de su alternante José Luis Angelino, el diestro defeño Federico
Pizarro habló sobre el importante compromiso que tiene hecho para el próximo
domingo 29 en la séptima corrida de la Temporada Grande en la Monumental Plaza
México, en la que va como primer espada.
«Me siento
muy contento y con enormes ganas de poder expresarme este domingo en el ruedo
de una plaza tan importante para mi carrera como lo es la Plaza México”, comentó de inicio el espada. Sin duda, el triunfo en Emiliano Zapata, Tlaxcala, le viene bien de cara
a este compromiso. «Ya lo creo pues el ganado de
Rancho Seco se ha prestado y me ha permitido explayar mi tauromaquia y, sobre
todo, me ha mentalizado y me ha hecho pensar en esa Plaza México, de ahí que
espero que Dios me dé la oportunidad de saber cómo enfocarme para alcanzar una
actuación relevante”.
Federico
Pizarro es un matador de toros de recio carácter y a la vez de una gran sensibilidad
para hacer el toreo. Su trayectoria no ha sido fácil a lo largo de poco más de
20 años de doctorado y así ha tenido que abrirse camino con mucha solvencia y
paciencia para llegar al nivel que ahora lo tiene colocado como un diestro de
mucho respeto. «Cuando se presentaron los carteles de la temporada se me acercó el
empresario RafaelHerrerías y me preguntó que si me gustaba el cartel
donde se me había programado y le respondí que me han gustado todos en los que
he toreado y en este más, de ahí la ilusión que tengo por este cartel. En las
anteriores apariciones, por ejemplo, he lidiado ganado de De Haro, Reyes
Huerta, Santa Bárbara y Santa María Xalpa, entre otras. Ha sido mi carrera, de
mucha lucha, muy dura y eso sí, sin parar y siempre viendo para adelante”.
Sobre su
preparación en estos días que anteceden al compromiso en el gran embudo
taurómaco de la colonia Noche Buena, Federico nos hizo saber que estos días se
meterá al campo para estar tranquilo y despejado de la mente y mañana regresará
para disfrutar de su familia, el motor de su vida. «Sólo le pido a Dios que me permita expresar
lo que llevo dentro pues no quiero quedarme con nada para decirle al público y
a mí mismo lo mucho que amo ser torero”.