Concluía la feria de Santa Ana de Roquetas de Mar con un cartel de máximo atractivo para lidiar una corrida de toros de Alcurrucén. En el paseíllo, Morante de la Puebla, Daniel Luque y Juan Ortega.
Morante, toreo de plena pureza y remates de serie eternos al primero, al que desoreja a sones de «Orobroy»
Con las yemas de los dedos toreó con el capote Morante al primero de la tarde, un animal de Alcurrucén en el tipo de la casa al que luego le sopló chicuelinas con aire antiguo, pero muy ceñida alguna de ellas. Dejó una obra en la que la pureza fue la nota fundamental con la música de “Orobroy” como telón de fondo. Por ambos lados entendió al de encaste “Núñez” José Antonio, especialmente rompiéndose en los finales de serie, por donde brotó su toreo más eterno. Hubo momentos muy toreros. Entendió a media altura la condición del animal, al que despenó de estocada y paseó el doble premio.
Luque rasca entre las complicaciones del segundo y acaba brotando el toreo donde los pies queman
Frío de salida se mostró el segundo de la tarde, al que Daniel Luque debió ir corrigiendo defectos, comenzando obra en terrenos de la querencia. El poco empuje y la falta de raza del animal se toparon con la entrega del sevillano, que se echó encima de sus pitones, encunándose entre éstos y dándose un arrimón de auténtico órdago. Y brotó el toreo, especialmente al natural, en ese terreno donde los pies queman. A diestras el toro se dejó algo más, pero no fue nada fácil. Tras estocada, paseó el premio.
Juan Ortega le roba buenos momentos al manso tercero pero el acero le quita el premio
No puso de su parte el tercero de Alcurrucén en el intento de torear a la verónica de Juan Ortega, que quiso entregarse seda en mano. Intentó buscar la pureza que atesora su concepto en las series que recetó al animal, pero cantó pronto la gallina y la mansedumbre del de los Lozano no le dejó expresarse con plenitud. No obstante, sí tenía una embestida que aprovechó Ortega, especialmente en el toreo al natural; también por derechazos le robó buenos momentos con el cante de Ángela Cuenca, la guitarra de Juan David Lázaro, el contrabajo de Antonio Corrales, el piano de José Zarzana, y la percusión de Salvador Martos. Dejó dos pinchazos y una estocada y fue ovacionado.
Morante acorta faena en el cuarto: división de opiniones
División de opiniones hubo en el cuarto, que se vino abajo, quedándose corto. Por ello acortó obra el diestro de La Puebla en un capítulo que no pasará a la historia de este ruedo.
Nuevo esfuerzo de Luque ante el manso quinto, al que desoreja
Manso también el quinto, con el que Luque hizo de nuevo un esfuerzo. Fue rascando en la condición del astado de los hermanos Lozano hasta que, en el fondo del pozo, vio virtudes que supo explotar. Y obligó a diestras al toro, bajándole la mano y obligando al de Alcurrucén. Estuvo muy valeroso el de Gerena, que también se rompió al natural, hundiendo el trazo y llegando arriba con fuerza. Torerísimo el cierre de obra por ese lado en la puerta de chiqueros. A pesar del pinchazo previo a la estocada, paseó doble premio.
La torería de Juan Ortega, dos orejas del sexto
Frío de salida fue también el sexto, muy en Núñez, al que fue componiendo momentos de gusto Juan Ortega de nuevo. En la mano diestra estructuró la primera parte de su obra, en la que dejó dos series de limpieza y trazo puro. Más sueltos fueron los naturales, pero tuvieron quilates los que le sopló. Torería en el cierre de obra, rematado con una estocada y dos orejas.
FICHA DEL FESTEJO
Plaza de toros de Roquetas de Mar, Almería. Feria de Santa Ana, tercera y última de abono. Más de media entrada.
Toros de Alcurrucén.
Morante de la Puebla: dos orejas y división de opiniones.
Daniel Luque: oreja y dos orejas.
Juan Ortega: ovación y dos orejas.
FOTOGALERÍA: EDUARDO PORCUNA -ANFT
