Sebastián
Castella y Alberto López Simón, los dos toreros más importantes de la temporada
2015 en España y que han compartido el primer podio, aterrizaban en Lima este
domingo. En el marco de la tercera corrida de la Feria del Señor de los
Milagros paseaban en mano a mano porque el hule impidió a Perera acompañarles
con el encierro de Daniel Ruiz, desigual en presencia.
Salió abanto «Nigeriano”, algo terciado, en
los primeros envites de Castella, al que tras lidiar ligó un bonito ramillete
de verónicas. La pelea en el peto fue sin ajuste y le siguió un ceñido quite
por chicuelinas del diestro francés. Brindó al cielo Castella e inició faena
por alto, sujetado del estribo. Flojeaba y pegaba el toro tornillazos, pero el
francés se hizo con él a base de tesón en tandas muy logradas, de menos a más
por la derecha. Continuó la faena con la diestra, avisándole el toro hasta que fue
volteado sin gravedad. Tomó la izquierda con poco lucimiento y se fue por el
acero. Estocada trasera y baja, efectiva. Palmas tras su labor y pitos al toro.+
Se presentó en Lima López Simón con «Travieso”,
al que recibió a pies juntos para estirarse luego a la verónica, rematando con
dos chicuelinas y una larga. Quitó tras
la vara por chicuelinas y cubrió un gran tercio de banderillas Dennis Castillo,
que saludó. Brindó en noble gesto a Castella e inició por alto, ajustado y con
aplomo para enjaretar luego dos tandas de derechazos que hicieron sonar la música.
Continuó con la diestra, más reposado y dando dimensión y haciendo crujir la
plaza, rematando con largos pases de pecho. A placer hilvanó Alberto una nueva
tanda por la diestra y una más al natural, volviendo la plaza un clamor. Se
apagó el burel y continuó en cercanías, exponiendo y llenándose de toro, antes
de ir por el acero para dejar estocada arriba recibiendo. Dos orejas.
Tardó en fijarse Pescadero al capote de
Castella, quien hubo de pararlo receta una bonita tanda a verónica, rematada
con una media y un recorte. Al caballo dio un buen tercio César Caro y fue
ovacionado antes de que el francés quitara por chicuelinas y tafalleras, muy ajustadas.
Inició en los medios tras brindar a la concurrencia con cambiados por la
espalda, arrancándose de lejos el burel. Dos tandas por derecha, exigiendo al
buen «Pescadero”, hicieron sonar la música y las palmas, continuando con otra
más ajustada por el mismo pitón, exponiendo. En la distancia corta y metido
entre los pitones buscó Castella exprimir las embestidas de su oponente,
rompiendo en atronadora ovación la bicentenaria. Tomó la espada y ejecutó un
volapié dejando un estoconazo en todo lo alto, de inmediato efecto. Dos orejas.
Salió con gas «Fanfarrio” y exigió con codicia
en el capote de López Simón, que lo lidió con capacidad. Breve vara de David de
la Barra. Buen tercio de banderillas de Alan Diaz antes del inicio exigente por
bajo de Alberto López Simón, que sin enmendarse ligó una tanda de derechazos.
Continuó la labor con la diestra y el burel recortó el recorrido. Lo buscó
dispuesto y poderoso al natural para luego colocarse en cercanías y en base a
oficio calentar a la afición. En curiosa decisión, el juez hizo sonar la música
en la última tanda, por ajustados y jaleadas manoletinas que precedieron a un
pinchazo hondo y otros dos sin soltar antes de enterrar el acero. Tardó en
doblar el de Daniel Ruiz y sonó un recado del palco, impacientándose el
público. Se echó el toro y recibió palmas el matador.
El quinto llevaba por nombre Juguetón y embistió
con nervio al percal de Castella, que inició a pies juntos para luego abrir el
compás a la verónica, llevándose el toro un puyazo de trámite y nada para
contar en banderillas. Como una vela dio inicio con la pañosa por estatuarios,
muy jaleados. Por derechazos con poderío, exigiendo y a la vez componiendo la
figura enjareta tres tandas de alta nota. Con la izquierda punteó «Juguetón” y
lo domeñó el diestro a base de temple, para tomar la derecha nuevamente, esta
vez con más clase y rebosándose el burel. La plaza se entregó tras un cambiado
por la espalda y la cadencia del trazo de una capeína, ligada por más
derechazos. Se dobló toreramente al final de su labor, pinchando arriba en el
primer encuentro con la tizona para dejar luego una estocada ligeramente
trasera. Fuerte petición desatendida y bronca al palco.
El cierraplaza llevaba por nombre «Enemigo”,
con el que López Simón se ajustó a la verónica muy asentado. Cumplió en el
caballo el toro en buen puyazo de Adolfo Andrade. Fue prendido
espeluznantemente en el segundo estatuario, trance del que se recuperó volviendo
a la cara del toro cojeando y mermado. Simón le buscó las vueltas al natural
pero el toro remataba arriba y punteaba, además de volverse pronto. Le hizo extraños
el burel y porfió el diestro con mucho poder, sonando los olés junto al
pasodoble. Le arrancó los derechazos acortando la distancia y con mucha verdad,
aguantando miradas y parones para tomar el acero y recetar una entera, algo caída
y delantera. Hubo petición que no se atendió y escuchó otra bronca el palco,
esta vez más sonora y con gritos de ‘otro juez’, dando Simón la vuelta al
ruedo.
FICHA DEL FESTEJO
Plaza
de toros de Acho, Lima. Tercera de la Feria del Señor de los Milagros. Corrida
de toros.
Seis
toros de Daniel Ruiz.
Sebastián Castella, palmas, dos orejas y ovación.
Alberto López Simón, dos orejas, palmas y vuelta al ruedo.
FOTOGALERÍA: LUCHO HERENCIA