LIMA (PERÚ)

Ureña: gozo, dolor y toreo entre una "miurada" incompleta


domingo 8 noviembre, 2015

Paseó del sexto la única oreja de la tarde tras un volteretón que enmudeció los tendidos; Rafaelillo selló grandes momentos por derechazos ante el abreplaza y Escribano tuvo voluntad sin materia

Paseó del sexto la única oreja de la tarde tras un volteretón que enmudeció los tendidos; Rafaelillo selló grandes momentos por derechazos ante el abreplaza y Escribano tuvo voluntad sin materia

Un cartel de
gladiadores hispanos hacía el paseíllo esta tarde en la plaza de toros de Acho
para la segunda de la Feria del Señor de los Milagros. Todo el Perú había
puesto sus ojos en la corrida de Miura que estaba preparada para la ocasión,
seis astados del mítico hierro de Zahariche para una terna más que preparada
para tal combate.

Recibió Rafaelillo al
primero, de nombre «Teniente” con dos largas de rodillas y un ajustado ramillete
de verónicas, a las que ligó una chicuelina para rematar con una revolera. Tras
un gran puyazo de César Caro, el toro perdió las manos en el quite. José María
Manzano fue posteriormente cogido en banderillas y pasó a la enfermería. Inició
por alto de rodillas con la pañosa, y el toro recortó la embestida, arrollando
y apretando por el izquierdo. Por el derecho y en base a atacar y dominar logró
buenos muletazos, relajándose por momentos.
Aunque obedecía a los toques «Teniente”, buscaba cada vez que podía las
zapatillas del torero. Rafaelillo nunca volvió la cara, estructurando una faena
que emocionó al tendido de Acho y con pasajes de mucho lucimiento a diestras, además
de una lidia en la que puso todo de sí. Imprimió torería en su labor, que
culminó con un pinchazo y media estocada, además de un golpe de verduguillo.

Recibió también
Escribano con una larga cambiada de rodillas a su primero, «Tomillero” de
nombre, para estirarse a la verónica, y desentenderse el de Miura, que procedió
el diestro a lidiarlo. La pelea en el caballo fue sonando los estribos. Se dejó
llegar al toro en banderillas, con un tercio más espectacular que lucido, y la
plaza agradeció con una ovación. Aguantó estoico en los medios la arrancada
para cambiárselo por la espalda y luego por derecha enjaretar una tanda
ajustada. Aunque rebrincado en su embestida, tomó bien la muleta el de Miura.
La faena fue creciendo con una buena tanda de derechazos y otra mejor al
natural, haciendo sonar la música. Lo
cuidó Escribano, a media altura pues fue flojeando mucho los remos. Esta
condición, cada vez más manifiesta, lo llevó a tomar el acero. Remató su labor
con manoletinas y dejó media estocada algo trasera pero efectiva. Silencio.

Salió alegre el
tercero, «Pajareño”, y exigió a Ureña en los primeros compases, punteando y
quedándose corto. Fue doble la entrada al caballo, sujetándose y castigando
Jhosept Rojas. Gazapeó y se fue suelto en banderillas el de Zahariche, tomando
los vuelos de los capotes por arriba y apretando, estando efectivos Curro Vivas
y Ronald Sánchez con los palos. Desentendido y protestón fue el toro en el
inicio de faena, tomando la muleta de Ureña sin codicia. Puso mucho de sí el murciano,
tratando de agradar y a ratos con mucha clase por el derecho. Dejó un espadazo
fulminante Ureña y recibió palmas del público limeño.

Se flexionó bregando Rafaelillo
a «Hurón”, en una bonita estampa torera para iniciar su faena. Peleó el de
Miura sin ajustar en el caballo de De la Barra, ejecutando tres puyazos,
superior el primero. Sobre las piernas y con sapiencia inició con la muleta. «Hurón”
fue una alimaña que sabía perfectamente lo que dejaba atrás. No se amilanó
Rafaelillo y puso todo de sí, con algunos pasajes lucidos y mucho toreo antiguo
en la lidia. Una estocada que hizo guardia, un pinchazo y una entera pusieron
fin a la faena.

A porta gayola se fue
Escribano, muy ajustado en la ejecución seguido de verónicas poniendo mucha
disposición. El toro no se fijó y salió suelto durante la lidia. Bonito galleo
por chicuelinas para dejarlo al caballo. Gran puyazo de José Nogales Quinta. Más
voluntad que acierto en banderillas, pidiendo un cuarto par Escribano. Dentro
de las características de su encastre, «Aguilito” tuvo poco recorrido y lo
toreó Escribano por derechazos con la muleta retrasada, sin acoplarse. Lo
intentó al natural y desistió, volviendo por derechazos sin tomar vuelo la
labor. Abrevió y pinchó trasero para recetar media estocada en el siguiente
intento.

A la verónica inicia
la faena al sexto Ureña, mientras Ofensivo echa las manos por delante. Brindó
su labor a Joaquín Galdós y la inició toreramente por bajo. El de Miura, aunque
cabeceando, tuvo buena condición y Ureña se sintió con él, en tandas llenas de
intensidad por el pitón derecho, imprimiendo regusto y naturalidad. Subió el
tenor con la izquierda, abandonándose el torero, tanto así que en una tanda de
molinetes fue volteado aparatosamente, sin consecuencias aparentes. Volvió a la
cara con más decisión y fibra por derechazos y tomó la tizona. Cojeando y aún
algo desvanecido pinchó y receta un espadazo. La plaza, a coro, hizo soñar un
‘torero, torero’ mientras esperaba que doblase «Ofensivo”, que se tumbó pronto
a sus pies. Remató el puntillero Yovera y le supo a gloria la labor al
murciano. Fuerte petición y oreja.

FICHA DEL
FESTEJO

Plaza de toros
de Acho, Lima. Segunda de la Feria del Señor de los Milagros. Corrida de toros.

Seis toros de Miura.

Rafael Rubio «Rafaelillo”, palmas en ambos.

Manuel Escribano, silencio en ambos. 

Paco Ureña, palmas y oreja.